Saludé a Cortina D’Ampezzo, asegurándole que volvería. Me enamoré de esas montañas pálidas.
Mi nuevo destino sería Bassano del Grappa, a 146 km. Pero a mitad de camino estaba Belluno.
La ruta es casi todo autostrada. Una vez dejado atrás Pieve di Cadore hay cuatro túneles con un total de 6344 metros.
Faltando unos 25 km para Belluno había cola, sobre todo de camiones, de más de 1 km. Estaban arreglando y se usaba una sola mano.
Después de cruzar el puente sobre el rÍo Piave, me esperaba un desvío muy mal señalizado y la calle casi de tierra.
Pero por suerte a lo lejos se veía una ruta que me preguntaba como la alcanzaría.
Al fin llegué a Belluno, en donde nunca había estado.
No es muy distinta de las ciudades medievales que en otras oportunidades les describí, aunque todas tienen algo que las distingue.
La basílica Catedral de San Martino, situada en la plaza del Duomo, en el centro histórico, tiene un interior de líneas góticas y de aspecto majestuoso. Una de las capillas contiene un relicario con una espina de la corana de Jesús, que había llegado a manos de un fraile después de la caída de Constantinopla en poder de los turcos. A un costado de la catedral se encuentra el campanario barroco diseño del arquitecto Juvara (la curiosidad es que el nunca vino a Belluno).
En esta plaza se encuentra el Palazzo dei Rettori, en cuya torre hay un hermoso reloj del año 1536.
La plaza del Mercado, también llamada Delle Erbe, es una de las de mayor importancia y tiene una fuente del año 1410. Ocupa el espacio del antiguo «castrum romano», centro de los negocios, de la vida social y política. Aún hoy.
Después de hacer un reconocimiento y ver donde tomar y picar algo fui a la Piazza Dei Martiri. Está flanqueada por una larga fila de edificios señoriales pintados de distintos colores con arcadas. En el medio de ellos hay una iglesia, San Rocco, construida en el año 1530. La iglesia parece una casa más, ya que su frente es similar al resto.
El día estaba hermoso tomé café y comí un sándwich.
Di una vuelta por la calle principal y fui a buscar el auto para seguir hasta Bassano del Grappa que queda a 74 km y me llevará más de una hora.