Menaggio queda a 17 km de Gravedona en una ruta a orilla del lago.
Es una ciudad muy elegante, tiene un pequeño puerto donde se puede tomar un barco para ir a Bellaggio o Varenna. La ciudad es pequeña con negocios refinados, plazas llenas de flores, lugares para sentarse al borde del lago y bares preciosos (toda esta zona es una región donde la gente tiene un standard de vida muy bueno).
Es una ciudad muy elegante, tiene un pequeño puerto donde se puede tomar un barco para ir a Bellaggio o Varenna. La ciudad es pequeña con negocios refinados, plazas llenas de flores, lugares para sentarse al borde del lago y bares preciosos (toda esta zona es una región donde la gente tiene un standard de vida muy bueno).
Villa Carlotta se merecía una visita. A pesar de haber conocido muchas de estas residencias no dejo de asombrarme ante una más. Son algo majestuoso.
En esta villa son famosos los jardines de azaleas, que ya habían florecido.
El marques Giorgio Clerici, banquero milanés, personaje amante de los lujos, la mandó construir en el año 1690/1743 como casa de veraneo. En el segundo piso decoraron los cielorrasos con magnificas pinturas en estilo barroco.
El nombre de Carlotta le viene de la hija del último dueño Alberto de Prusia.
Dicen que la majestuosidad de esta Villa se debe a que los propietarios de la Villa Melzi, que se encuentra justo enfrente en la orilla opuesta, y los de Villa Carlotta eran acérrimos competidores. Esto beneficio a ambas residencias, ya que cada vez que uno agregaba algo a su jardín o a la residencia el otro lo tomaba como una afrenta personal.
La escultura de Antonio Canova, Cupido y Psique, es solo una de la enorme cantidad de obras de arte que aquí se hallan.
Estupenda la escalera con forma de tijera, los jardines a la italiana con más de 500 especies, y el lujurioso espectáculo que ofrecen en primavera la floración de azaleas y rododendros.
Hacía un calor sofocante, amenazando tormenta.
Buscamos un bar frente al lago, Lido di Menggio, para tomar unos aperitivos. Yo, un Campari Spritz.
Trajeron varios tipos de fiambres, brusquetas etc. y, lógicamente, no quedo nada. Todo resulta delicioso con esa vista maravillosa.
Buscamos un bar frente al lago, Lido di Menggio, para tomar unos aperitivos. Yo, un Campari Spritz.
Trajeron varios tipos de fiambres, brusquetas etc. y, lógicamente, no quedo nada. Todo resulta delicioso con esa vista maravillosa.
Había empezado a llover así que fuimos a buscar el auto para volver a Gravedona.
Cenamos frutas, ya que el aperitivo fue abundante y tarde.