MILAZZO – Sicilia

En esta ciudad vive mi hermana y su familia y vengo seguido, en esta oportunidad llegue a Milazzo desde Catania que queda a 130 km. El avión vuela muy cerca del volcán Etna y de todo el valle de lava, se pueden ver muy claramente las coladas de lava y el humo constante que sale de su boca. La pista de aterrizaje no es muy larga y termina en el borde del mar, bello y azul.
Milazzo es una península como Punta del Este, con un Borgo antiguo y un Castello fortificado, dista  40 km desde Messina y 88 km desde Taormina, la carretera es preciosa, ya que parte bordea el mar y la otra la bordean hermosas flores.
Es una pequeña ciudad de 31 mil habitantes en todo el partido. La vida es tranquila y relajada, aunque en temporada llena de turistas puede ser caótica.

Mi hermana vive en Milazzo, me esperaban mis sobrinas, maridos e hijos. He venido en distintas oportunidades de manera que la ciudad es como mi casa.
Habían encargado varios tipos de pizza muy buenas, bien finitas y sabrosas y arancini, que son unas croquetas de arroz rellenas con arvejas y ragú, bien típicas sicilianas, que muchos las conocen debido a que en la Serie del Commisario Montalbano, él es un fanático de esa comida y de los deliciosos helados sicilianos.

Milazzo pasa desapercibida para los turistas que solo usan su puerto para ir a las Islas Eolicas, por eso les cuento algo de su historia.

Tiene, como todas las ciudades habitadas desde el neolítico un Castello edificado sobre un promontorio con una vista maravillosa a las Islas Eolicas.

Fue invadida por los griegos, romanos, bizantinos y árabes estos últimos fueron quienes construyeron el primer castillo, y luego los españoles le agregaron la última muralla.

Hay una hermosa costanera llamada Lungomare en la zona de levante (donde sale el sol), con bares, restaurantes y también el puerto desde donde salen los aliscafos y ferrys para las Islas Eolicas.

Milazzo costanera 1

Milazzo costanera

También aquí hay varias iglesias, la del Carmine, la de San Giacomo, di Santo Stefano, Santa María Maggiore (zona Vaccarella), Santuario di San Francesco, la muy pequeña de Santa Caterina entre otras.  Y una muy particular, la iglesia de Sant’Antonio excavada en la roca en Capo Milazzo. Esta iglesia rupestre fue construida en el año 1221, sirvió de refugio a San’t Antonio di Padova cuando naufragó frente a estas costas a su regreso de África. Se transformó en lugar de culto en el año 1232 y en el año 1575 tomó la forma de iglesia.

Milazzo Iglesia 1

Algunas cosas interesantes como la Grotta di Polifemo en la que hay pictogramas. Desde donde se tiene un hermoso panorama. Ahora no se puede visitar.

Un lugar espectacular, y una verdadera piscina en el mar con colores maravillosos, es la llamada Piscina di Venere.

Milazzo pileta nat

Milazzo Venera

Los pescadores, en el mes de mayo tienen un gran festejo en honor a su protector San Francesco di Paola, que es la mayor fiesta en Milazzo.

Milazzo lungomare 1

Milazzo pesca

Milazzo barcas 1

Frente al mar sobre el Lungo Mare Garibaldi se encuentra el Palazzo Marchesi d’Amico, ejemplo del lujoso mobiliario del siglo XVIII. En este momento es biblioteca y sala de exposiciones.

Milazzo Palacio

Milazzo Palazzo

D’Amico es una de las familias más ricas de la zona, propietarios de lo que fueron Le Tonnare, lugares donde se hacía «la mattanza» de los atunes, palabra que deriva del español. Esta práctica de pesca tiene sus orígenes desde la dominación árabe.

Se dice que aquí hubo de 6 a 10 Tonnare. Esto daba trabajo a muchísima gente. Aunque la Reina de Le Tonnare es la Isla de Favignana, frente a Erice y cerca de Palermo.

Era una cosa terrible como mataban a esos hermosos peces. En épocas recientes les disparan con un fusil. Esa costumbre de la «mattanza» se prohibió en el año 2007.
En la ciudad hay un museo donde se puede ver gran parte de los elementos que se utilizaban.
Milazzo tiene importantes referirías de petróleo.
Al día siguiente hacía calor y a eso de las 16 fuimos a Croce di Mare, una playa, acá son de piedras, donde casi me ahogo en menos de 50 cm de agua, las piedras eran resbaladizas y yo con ojotas para no pincharme y para no perderlas perdí el equilibrio mientras las olas me empujaban cada vez que me quería levantar, mi sobrina muerta de risa no atinaba a ayudarme. Fue muy gracioso.

Milazzo

No se puede volver de la playa sin pasar por el Bar Washington, que esta sobre el mar, para nosotros tomar un aperitivo y los chicos su granite con la brioche. Se come la brioche con crema y la granite, parece raro, pero es muy rico y refrescante para estos lugares.

Milazzo bar (2)

Milazzo Brioche

A la noche fuimos a un concierto de coros internacionales, cuyo director era español. Fue una noche muy emocionante ya que los chicos entusiasmados después del concierto seguían cantando a contrapunto en la vereda.

En estos rincones la vida trascurre bastante apaciblemente, a la mañana íbamos al Chantilly Café, una pasticceria, diría la mejor de Milazzo, en la Vía Cumbo Borgia 59 (por si quieren ir) los helados y granites riquísimos, cafés de los que se puedan imaginar, y la pastelería es para probar todo, no les digo que probé todo, pero en sucesivos días casi todo. La sfogliatella era riquísima y lo típico son las masitas con pasta de almendras y pistachos, un poema. Siempre está lleno a cualquier hora.

Todos los días por la tarde íbamos a la playa, uno de ellos cambiamos la de piedras por otra de piedras, pero chicas y redondas, La Tonnara, el nombre es porque muchos años atrás allí es donde pescaban y faenaban el atún.
Milazzo playa tonnara

Me pude bañar sin pincharme porque se puede llegar hasta bastante adentro y no había olas, y el mar una delicia. La puesta de sol en ese lugar es maravillosa. El sol se esconde detrás de una de las Islas Eolicas,  la Isla Filicudi.

Milazzo ocaso

A la noche después de ver el tramonto (ocaso) en Capo Milazzo, nos quedamos a cenar en un restaurante con una terraza enorme que mira a la ciudad. Comimos muy bien y más de lo debido, langostinos, mejillones y fideos, y no me acuerdo que más. La noche soberbia.

Milazzo castello

Milazzo (1)

Al día siguiente teníamos  una invitación para cenar en casa de unos amigos de mi hermana.
Ustedes no pueden imaginarse lo que había preparado la dueña de casa, éramos seis.
Empezando con una parmigiana de berenjenas, una bandeja enorme de mejillones gratinados con queso, pan rallado y perejil, ensalada de pulpo y otros bichitos, arvejas de su huerta, verduras grillas, etc. y postres, que nunca faltan.
Creo ya haberles dicho que la comida y la buena mesa es una manera de demostrar lo afables que son y  que somos bien recibidos, además una buena excusa para reunirse.

A la mañana siguiente con mi sobrina di una vuelta por el centro que es pequeño pero muy lindo.  Entre a la iglesia del Carmine y decidí prender una vela, tenía mucho que agradecer.

Milazzo piazza

Milazzo peatonal

Milazzo calle
Fui hasta el altar, había una alcancía que decía ofrendas, puse lo que decía y después me di cuenta que no había velas, le pregunté a una señora y me dijo que el de la puerta me la daba.  Me acerqué y le dije a un hombre que tenía como un puestito dentro de la iglesia, que no había velas y que había puesto la ofrenda, me contesta «las ofrendas son las ofrendas, si quiere una vela es un 1 €, porque yo tengo 100 velas y tengo que tener 100€». Se dan cuenta, me pareció un acto mafioso, después me acorde que estaba en Sicilia.

Milazzo Patio

Milazzo rotonda 1

Milazzo Hotel

Almorzamos en casa, vino mi sobrina Annalisa y fuimos un rato a la pedrera, el agua estaba estupenda.

Después de cenar fuimos a la pasticceria Chantilly Café. Y ya se imaginarán, no perdonamos nada.

Milazzo caffe

Milazzo Chantilly

Ahora estamos en abril de 2019 y ya paso un año desde la última vez que vine. Cierto que visito a mi familia, pero siempre hay cosas nuevas que no tuve tiempo de ver.
Con mi sobrina fuimos hasta la playa de ponente, se la llama así porque de ese lado se pone el sol, y al final de la calle hay un pequeña iglesia muy chica y muy antigua, de los santos Filippo e Giacomo Apostoli que son los protectores de los pescadores.

Milazzo Iglesia

Después seguimos por un sendero al borde de las rocas y fuimos hasta un escollo muy alto que lo usan como trampolín para zambullirse y lo llaman La Puntita. Seguimos hasta Capo Milazzo desde donde se tiene una vista panorámica de la bahía hasta las Islas Eolicas.

Milazzo Luci

Por un senderito se baja a una diminuta playa (no más grande de 30 metros) es de rocas y piedras, a la que va poca  gente porque hay que bajar bastante, el mar transparente y turquesa, una preciosura.

Me invitaron a almorzar ya que me despedía de la familia en el Ristorante Macchianera, en Vía Marina Garibaldi 272. Está ubicado en una casa antigua restaurada y tiene una de las mejores cocinas de Milazzo.

Comimos como los antiguos romanos, una entrada de mariscos tipo ceviche, atún rebozado con semillas, platos de pastas con distintas salsas como langostinos, pescado y punta de espárragos, con botarga, con vieras, y varios postres, uno llamado tiramisù scomposto, una degustación con cheesecake y el vino muy rico.

Milazzo almuerzo 2

Milazzo aLMUERZO 3

Milazzo atun

Milazzo almuerzo

Milazzo almuerzo 7

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Milazzo almuerzo 5

Milazzo almuerzo 4

Milazzo almuerzo 1

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Milazzo Macchianera

Milazzo restaurante

Como despedida estuvo magnífica, la comida siciliana es sabrosa y muy variada, ¿como negarse a probar todo?

DICIEMBRE 2021. En esta ocasión me quedaré 4 días. Aquí siempre vuelvo porque tengo  mi familia.
Milazzo es chico y lo conozco muy bien, de manera que parte de la estadía será de gastronómico y sociales.

Llegue  desde Palermo en tren. A día siguiente fuimos a almorzar con el hijo más chico de mi sobrina Luciana, al restaurante Sapori di Pasta, en Vía Enrico Cosenz 78,  restaurante  al que van los  lugareños, simple pero la comida muy sabrosa y platos abundantes. Tomamos un vino siciliano Nero D’Avola, una entrada de fritto misto, dos tipos de pasta,  de  postre tiramisú muy particular.

 

Había bastante viento pero igual fuimos hasta la bahía de ponente a ver ese maravilloso panorama de la bahía y las islas.

 

Un grupo  amigo de mi sobrina quería conocerme así que fui a cenar con ellos al restaurante The Burg en Piazza Duomo, muy buenos todos los platos y el local muy moderno. Luego fuimos a una zona peatonal de unas cuentas cuadras, donde había música en vivo, mesas en la calle y muchísima gente. Bailamos hasta casi las dos de la mañana.

Al día siguiente después de dar un paseo por el centro, invite a mi sobrina a almorzar a un restaurante muy calificado, Hostería San Francesco, en la parte alta del borgo antiguo, en una casa decorada minimalista, la carta muy refinada pero de sabores locales. Tomamos un Syrah , Sicilia Doc 2019.

Desde los bocaditos para esperar hasta el café, todo delicioso y de una presentación increíble. Ya ven, les dije que el viaje sería gastronómico.

El día anterior a irme fuimos hasta Messina.  Había ido varias veces pero siempre por muy poco tiempo. Es una ciudad muy grande y bastante caótica.
Mañana volare a Roma. 

 

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