SALINA – Islas Eólicas

De Lipari íbamos a Salina. El viaje no es largo, pero antes paro en Panarea.

Salina mapa

Salina es la segunda isla de las eólicas en tamaño después de Lipari. Mide 26,4 km, cuenta con 2300 habitantes y está conformada por seis antiguos volcanes. Aquí también fue habitada en la edad de bronce. Es en el año 1500 cuando se empieza a poblar nuevamente.

Cuando llegamos nos estaba esperando el marido de la amiga de Ivana para llevarnos a la casa. Típica construcción de playa, frente al mar. Un gran patio cubierto con una mesa enorme. Es un B&B Villaggio Eoliano, en la localidad de Lingua.  Pueblo de pescadores caracterizado por tener una laguna salada.

Salina lago

Salina isala

Nuestro departamento muy lindo tenía una terraza grande que miraba el mar.  Estaba muy bien decorado y con todo el confort, toallas y salidas de baño a discreción. Por supuesto que no usamos la cocina.

Salina (1)

Salina vistas

Ni bien llegamos nos ofrecieron algo fresco, nos dejaron que nos acomodáramos y antes de ir a almorzar nos llevaron a ver dos museos uno de los pescadores de la isla y el otro de restos paleontológicos.

Salina Faro

Luego fuimos a almorzar a la costanera. Hacia tanto calor que yo pedí una granite con bríoche, que los sicilianos costumbran comerla en el desayuno. Es un enorme brioche que se come con un helado granizado. Parece extraño mojar el pan en algo frío, pero les aseguro que es riquísimo. También la comen como si fuera un sándwich, abierta por la mitad y la granite o un helado en el medio. Pidieron distintas para que yo las probara. ¡Tienen que probarla! Después me tome un rico café macchiato, a pesar del calor.

 

Salina bar

Salina granite

Nuestra anfitriona, Carmen, nos preguntó si queríamos ir al mar, (me causo gracia) claro porque playa no hay, son todas rocas, y allá fuimos.

Salina playa

Salina arcoo

A mí me encanta el mar, deben ser mis antepasados isleños, lástima que no se nadar (salvo en la pileta) pero igual me metí hasta donde hacia pie ya que flotar es fácil, el agua MARAVILLOSA, tibia, transparente y azul.

Salina piedras

Salina mar

El sol mataba, nos quedamos hasta las 18.
Sebastiano el marido de Carmen nos llevó hasta Santa María di Salina, donde llegamos con el Aliscafo, paseamos un rato y después nos sentamos en la terraza de un bar frente al mar tomamos sendos cafés fríos y comimos una sfogliatella de ricotta.

Salina brioche

Salina puerto

De regreso tomamos un bus. Habían invitado a una pareja de amigos a cenar. Yo había comentado que me gustaba la «pasta con le sarde» de manera que además de las entradas de flores de zapallo fritas, berenjenas y un montón de cosas más, luego llego una sartén enorme con esa pasta que estaba deliciosa.
Nos quedamos hasta tarde conversando, ellos curiosos por saber de la Argentina porque están aprendiendo español con mi hermana.

Al día siguiente nos habían invitado a almorzar frente al mar algo normal en las islas, en el restaurante «Il Gambero», algo muy típico de estas islas, el «pane cunzato» viene a ser una especie de gran brusqueta en un pan casero tibio con distintos ingredientes, desde queso, fiambres, verduras frescas o asadas, pescados, todo aderezado con aceite de oliva y peperoncino.

Salina Restau

Salina pizza

Salina otra piz

Salina Pane cunzato

Estaban todas riquísimas, yo probé un poco de todos, menos la de pez espada y atún.
Tomamos cerveza. Éramos como 7, siempre hay alguien más invitado en la mesa de los sicilianos.
El postre fueron grandes rodajas de sandía rojísima bien fría.  Café.

Algunos se fueron a dormir, y nosotras nos fuimos a las rocas a refrescarnos. El balneario o más bien piedrario, tiene un hermoso bar todo blanco con cortinas o tiendas blancas que ondean al viento y le dan aspecto de aspecto oriental, tenían buen servicio y Wifi.

De manera que para no calcinarnos nos acomodamos cómodamente allí, hasta las 17.

Fueron a misa y se encontraron con los residentes estivos de la isla y les encanta presentarnos, obviamente, yo soy la americana.
De allí fuimos a la inauguración de un disco bar, a las 19,30 para un aperitivo. El lugar soñado, mirando el mar, en desniveles, todo el equipamiento blanco y azul, lleno de velas, flores por todos lados y drinks lo que quisieras. Espectacular.

Estábamos invitados por los amigos de los dueños de casa a cenar, eran más de 15 personas. !Qué otra cosa se puede hacer!

La casa estaba arriba en la colina con vista al puerto de Salina y a la isla de Lipari, un sueño. Cenamos en la terraza bien grande techada. Había una mesa dispuesta con más de 15 preparaciones diferentes, una más sabrosa que la otra. Quesos de cabra con distintos aderezos, fiambres, aceitunas ascolanas (rellenas), capponata, ensalada de mar, berenjenas, ah y dos tipos de pasta una con pesto y la otra con tomates, pinchos de pescado, albondiguitas asadas, y que se yo que más.

Postres había Tiramisu y mousse de limón. El vino de la bodega del dueño de casa.

Yo les aseguro que viviría feliz en esa isla llena de sol, con los huertos perfumados que cultivan sus propietarios y se sienten orgullosos de mostrar lo que cosechan.

Salina ling

El dueño de casa es un reconocido osteópata de Sicilia, sus hijos todos universitarios, y los otros importantes industriales con negocios en todo el mundo (Brasil por ej.)  sin embargo, adoran su tierra y siguen con las tradiciones. Cultivan y cosechan lo que producen en sus huertas.

Nos despedimos porque a algunos ya no los veríamos.

Desayunamos en la marina lo típico y además un macchiato, dimos un paseo muy descansado, nos salteamos el almuerzo, pero en las rocas tomamos varias granites con unos tostados al estilo de la isla buenísimos, aproveche el wifi para hablar a Buenos Aires y ponerme al día con los mails.

Salina laguna

Fuimos hasta Pollara en el otro extremo de la isla para ver la puesta de sol. Nunca son suficientes las puestas del astro, todas tienen algo de particular y encantador.

Salina Pollara

Salina Puesta de sol

Salina Tramonto

Volvimos hasta Malfa un pueblito encaramado en la pendiente con unas vistas que cortan el aliento, como dicen los italianos «mozzafiato».

Salina

Salina (2)

Como despedida invitamos a Carmen y Sebastiano a cenar a un restaurante en la costa «Il Delfino» nos les cuento nada. Miren la foto de los langostinos y los fideos.

Salina il delfino

Salina Cena

Salina Spaghetti EolianaMG_0407

Nos quedamos en la costanera un largo rato con un cielo que parecía el mar.

Al día siguiente el Aliscafo para Stromboli partía temprano, así que tomamos un café, nos despedimos de Carmen y Sebastiano nos llevó hasta el puerto. Le dijimos adiós a este pedacito de paraíso, de verdad terrenal y nos embarcamos hacia otro.