De Ortisei a Santa Cristina hay 4 km. Está a 1428 metros sobre el nivel del mar, con 1961 habitantes, la lengua que hablan es el ladino en un 91.40%, el resto italiano y alemán. Es un pueblito de cuento, encantador, una preciosura.
En el centro del pueblo hay un pesebre de madera que dicen que es el más grande del mundo, creado por escultores del pueblo.
Seguía lloviendo y no había desayunado y no había nada, absolutamente nada abierto.
Fuera de temporada y con días como este parece que no hubiera nada que hacer y qué ver, hasta el paisaje casi desaparece.
Estos tres pueblos son un paraíso para los esquiadores, miles de kilómetros de pistas, confortables y modernos medios de elevación. En verano ideal para treking, caminatas, picnics, escaladas, con refugios donde comer que es otro de los encantos del lugar.
La ruta discurre entre la cadena de las Dolomiti que, aunque no se vean sé que existen. Cada tanto hay unas, no sé cómo llamarlas, son estructuras de madera que en su interior tienen luz, y que al nevar quedan todas cubiertas lo que hace que la luz le dé un aspecto fantástico.
Las hay en casi todos los pueblos, algunas de ellas en el medio del río, como en San Martino di Castroza.
Voy a seguir hasta Selva Gardena que queda a 2 km, entre estos tres pueblos solo hay 7 km. Veré si encuentro algo para desayunar.