Staffarda, es una visita obligada en la zona de Le Langhe en la región de Piemonte. Queda a 60 km desde Turín, y a 32 km desde Cuneo.
Allí hay una Abadía cisterciense fundada entre los años 1122 y 1138 por voluntad del marqués de Saluzzo. A su alrededor fue creciendo un pequeño poblado, del que en este momento quedan solo la Abadía de arquitectura monumental, el hermoso claustro con una fuente central y un sendero para que los monjes pudieran meditar y rezar. También quedaron la Forestería, que era el lugar donde se recibía a los forasteros, peregrinos, y los establos.
En el año 1690 los franceses invadieron la Abadía y destruyeron la biblioteca, el archivo y parte de la Forestería y el Claustro. Viendo ese espacio enorme vacío sentí un vacío en el corazón. Que desastres suele hacer la rivalidad.
En los años 1715-1734 con la ayuda económica de Vittorio Amedeo se restauró, aunque sufrió modificaciones en su arquitectura gótica original.
Durante doscientos años los monjes construyeron lo que a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo algo asombroso. El tamaño y la grandiosidad de su iglesia, y de cada uno de los ambientes donde desarrollaban las distintas actividades, nos deja con la boca abierta.
La arquitectura es una transición entre el románico y el gótico, se terminó en el año 1210. El pórtico y el campanario son del año 1250. A partir del siglo XV la comunidad sufrirá una declinación.
Lo que tenemos ante los ojos es casi un sueño, la grandiosidad, la belleza y la armonía del conjunto pocas veces la he visto.
En una construcción anexa se encuentra el restaurante «El Sigillo», sobrio en su decoración, moderno en el servicio y la presentación de los platos. De entrada, comí un «tortino de coliflor, queso parmigiano, y spek», luego unos «spaguetti con salchicha y arvejas,» el vino: un Dolcetto D’ Alba, café y un licor digestivo.
No daban ganas de irse… música clásica suave y la chimenea con el fuego prendido. Se los recomiendo si vienen por acá.
Volví al claustro antes de irme para llevarme en la retina el recuerdo de ese encantador lugar.