La Pasta

«Dopotutto è innegabile che siamo un popolo politicamente infelice, ma felice a tavola.» (Después de todo es innegable que somos un pueblo políticamente infeliz, pero feliz en la mesa) Este dicho se puede aplicar a muchos otros pueblos también.

Los orígenes de «la pasta” (fideos) son muy antiguos. Aparece en varios lugares del continente euroasiático desde tiempos remotos, en formatos muy simples

Se desarrolló de manera simultánea, totalmente independiente sin relación ninguna desde los valles de la China oriental, hasta la península Itálica, donde tuvo mayor desarrollo gastronómico y tradicional, que durará hasta el presente.
En realidad, «la pasta» ya era conocida en los tiempos de la Magna Grecia (Sud de Italia) y en Etruria (Italia Centro-Occidental) donde se la llamaba de otro modo.

Con el término griego se la conocía como “láganon” mientras que en la península con el término itálico “makaria” o “cibo beato” (que significa “alimento bendito). Solía ofrecerse en las ceremonias fúnebres.

Formando parte del vocabulario latino llega hasta nuestros días como un verbo en latín “ammaccare” que sería hacer presión, aplastar en el caso de «la pasta” que, amasándola, presionándola, estirándola y cortándola en tiras finas. para hacer los fideos.

En la época de Cicerón (año 103 a C) antiguo filósofo romano, hablaba de «la lágana” elogiándola, de allí deriva el muy conocido y rico plato llamado lasagna. «La pasta” o fideos, en la antigüedad, era un alimento muy difundido y valorado en toda la zona del Mediterráneo y del Cercano Oriente, en todas las variantes locales, muchas de ellas desaparecidas. Los fideos o pasta tal como la conocemos hoy es autóctona de ambos países, sea en Italia desde donde se difundió a los países occidentales, como desde China que lo hizo en el resto de Oriente. Pero en cada uno de ellos lo hizo con técnicas y materiales distintos.

 Uno de los testimonios más antiguos que se conocen es de hace 3800 años y se trata de un plato de “noodles chinos«de mijo, encontrados en el noroeste de China cerca de la ciudad de Laija, en un sedimento a tres metros de profundidad.

Para los italianos «la pasta”, además de alimento es considerada un elemento de unión compartido en la vida de toda Italia, formando parte de la cultura popular, siendo una tradición, no solo de la cocina sino de su misma esencia desde antaño. La atmósfera y los ambientes que se crean entorno a un “piatto di pasta” son parte del imaginario colectivo del italiano medio de Europa y del mundo entero.

Fue la inmigración italiana la que difundió esta tradición culinaria en América, Australia y Alemania. Comenzando por la literatura, en el siglo XIV, Boccaccio en el Decamerón hablaba de la pasta a sus lectores como símbolo de abundancia alimenticia. Luego en la música en el medioevo, después en la ópera y en el teatro durante el renacimiento y por último en el cine, sirviendo de tema para muchas obras de fama internacional, como fueron «Roma Ciudad Abierta», de Rossellini, un «Americano en Roma» con Alberto Sordi con la inolvidable escena comiendo un plato de spaghetti.

Cesare Marchi, escritor y periodista, refiriéndose a la unidad de Italia, puesta en discusión muchas veces, dice que “la pasta” es un potente símbolo de unidad y lo escribe así: “El nuestro más que un pueblo es una colección, Pero, cuando es la hora de comer, sentados delante de un plato de spaghetti, los habitantes de la Península se reconocen todos italianos. Ni el servicio militar, ni el sufragio universal (no hablemos del deber fiscal) ejercitan un igual poder unificador. La unidad de Italia, soñada por los padres del Risorgimento, hoy es “la pastasciutta” (fideos con tuco). Cesare Marchi, cita de su libro Quando siamo a tavola, de1990 (cuando estamos en la mesa. Me pareció un comentario muy gráfico, agudo y cierto.

La pasta no solo es un alimento es el símbolo de “l’italianitá”. Porque es el alimento democrático que gusta a todos, cuesta poco y se puede preparar en diversas formas Por eso es considerada por los italianos el emblema de un pueblo entero SINONIMO DE ITALIANIDAD.

Hoy en Italia se conocen más de 300 tipos de pasta, entre las llamadas pasta seca y fresca, corta, fina, lisa, rayada.

Ellas se distinguen por el tipo de amasado, formato, superficie y además por la posibilidad de relleno. Para un italiano no da lo mismo comer un tipo de pasta con cualquier salsa o condimento o cualquier tipo de queso, y ni que hablar de las diversas costumbres de las distintas regiones. Cada tipo de pasta está diseñada para un tipo de condimento. Para muchos esto parece excesivo, pero puedo asegurarles que no. Se darán cuenta si de la mano de un italiano, les hará probar la diferencia.  Y ahora Buon appetito.