Les contare la historia de este postre italiano tan famoso como la pizza y el café.
El tiramisú es moderno, del norte de Italia, de la región del Veneto.
Claro que también hay otras regiones que se disputan su creación.
Existen varias leyendas sobre su origen, como la que dice que fue un postre preparado a fines del siglo XVII para Cosme III de Medici y que lo habrían llamado «sopa del duque». Otra, ya en el siglo XIX, de una pastelería de Turín, como tributo a la persona de Camilo Benso o Conde Cavour, que ayudó en la unificación de varios estados de la dividida Italia. Otra, que se servía en los burdeles o prostíbulos.
Sea cual fuere la historia cierta, si en algo coinciden historiadores y expertos gastronómicos locales es en señalar que su concepción es con toda probabilidad posterior a la segunda mitad del siglo XX. Es que debido a que los ingredientes no se cocinan y no habiendo heladeras en esa época es poco probable que se pudiera preparar, conservar y luego servir. Veneto fue, sin apenas discusión, el lugar de alumbramiento por mucho que la Toscana, el Piamonte y Friuli-Venecia Julia intenten disputarse tal honor.
Cuando en 1958 en Italia se prohibieron los burdeles en todo el país, el postre quedó en el olvido durante algunos años. La casualidad fue que uno de los clientes de estas casas de citas fuera dueño de una cadena de restaurantes y decidió incorporarlo a la carta. Se trataba de Arturo Filippini, dueño de Toulá, una cadena que se volvió famosa en toda Italia a partir de los años 60. Filippini escribió: “Había sido efectivamente después de la guerra cuando nos íbamos con amigos a los burdeles de Treviso…, en esos tiempos tenían también cocinero… La madama, a los clientes aficionados (pero también a las mujeres) les ofrecía un dulce diciendo: Anda, toma cariño, que te doy una cosa que te tira su (que te levanta)».
Es leyenda también que este postre tenía efectos afrodisíacos.
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Seguro que, si nunca comieron tiramisú, después de leer esta nota lo van a querer probar. Y con seguridad les va a gustar. ¡Buon appetito!
RECETA:
500 grs. de mascarpone
300 grs de vainillas
150 grs. de azúcar
6 huevos bien frescos
4 cucharadas de Marsala
4 tazas de caffe expresso
Cacao amargo en polvo
Separar las yemas de las claras, batir las yemas con 100 grs. de azúcar hasta obtener una crema homogénea a la que se le agregará el mascarpone. Luego batir las claras con los 50 grs. de azúcar hasta obtener un punto muy firme. Agregar este batido a la crema anterior mezclando delicadamente en forma envolvente. Preparar el café (puede ser café soluble, cargado) ponerlo en un recipiente donde se humedecerán las vainillas. Mojarlas de ambos lados muy rápidamente para que no se humedezcan demasiado.
Se puede preparar también en copas individuales.