Para ir a Boccadasse, que es un barrio de Génova, tome un bus que va por el paseo marítimo sobre Corso Italia que es precioso; anchísimas veredas con asientos, glorietas y algunos restaurantes sobre el mar.
Es innegable que estamos al comienzo de la Riviera Ligure que nos anticipa la famosa «Cinque Terre». Y lo que tenemos a la vista podría ser cualquiera de esos pueblos.
Este también es un antiguo pueblo de pescadores que sigue casi intacto, con su encanto muy pintoresco. La cala es mínima, y cuenta la leyenda que sirvió de refugio de una tormenta a pescadores españoles en el año 1000. Las casas construidas sobre las rocas al borde del mar tienen el mejor atardecer que quisiéramos soñar.
Las lanchas en la calle, redes secándose al sol, los hombres sentados en largas filas charlando, un bar, una pizzería y una famosa heladería, «Amedeo», de una tradición de 90 años. Dicen que son los mejores helados de Génova. Mucho más no cabría.
Hay más de una iglesia sobre el mar. En la de San Antonio di Baccadasse me llamó la atención que había colgadas maquetas de barcos de madera. Me explicaron que el motivo es porque son pueblos de pescadores y son muy devotos.
Me senté a disfrutar del lugar, que es un encanto. Era temprano, pero decidí tomar un Campari en el bar Antica Osteria Dindi, con mesitas al borde de la playita.
Volviendo encontré en un local: «Antico Borgo», un horno a leña que decía tenía la famosa «farinata» que es nuestra faina. Todavía no la había probado de manera que compré un pedacito. Cortan lo que uno quiere y lo pesan. Valía más el papel que la pizza. Es cierto, se parece bastante.
Si están por Génova no dejen de venir. Si es al atardecer me lo agradecerán.
En la Argentina, en Buenos Aires el barrio de La Boca, tiene las características casas pintadas de colores que los inmigrantes genoveses trajeron de su tierra natal, además del dialecto «xeneise» nombre con el que llaman a su equipo de fútbol.
El colectivo de regreso me recordó el 60 en hora pico. Todos protestaban por lo apretados que íbamos. Parecía que no era normal. Por suerte el hotel está muy cerca.