A Alberobello se puede llegar desde los aeropuertos de Bari o Brindisi, lo ideal una vez allí es alquilar un auto, hay muchas agencias.
En esta oportunidad vine con mi hermana Ivana, desde Milazzo, Sicilia, cruzando el estrecho con el ferry y llegado a Martina Franca que queda a unos 450 km., a la hora del almuerzo. Como todo esta cerca, fuimos a tomar nuestro café a Locorotondo que queda 6 km, y a tan solo 9 km queda Alberobello, es el pueblo de los trulli, que son edificios circulares con techo cónico de interior abovedado. Aunque debo decirles que fue una sorpresa para mí encontrar estas construcciones en casi toda la zona del Valle della Murgia, solo que en Alberobello hay una mayor concentración, se calcula unos mil. Por eso se la llama la capital de los Trulli.
En la zona abundan los olivos y los frutales, que hacen un hermoso contraste con el blanco y gris de los trulli.
Llegamos a la parte nueva de la ciudad cerca del Duomo dedicado a San Cosme y Damian. Es una hermosa construcción que ha tendido sucesivas modificaciones siendo el estilo renacentista el que predomina. Se yergue en lo alto al final de la calle, en la Piazza Curri.
En Italia cuando se consigue estacionamiento el problema que sigue es el parquímetro o lo que sea para estacionar. Todos son diferentes y la creatividad esta a la orden del día. Este parquímetro, era con monedas o carta de crédito, pero con un método nuevo que había que poner el numero de la patente. Preguntamos a varios transeúntes, pero nos decían que no sabían usarlos, por fin alguien del bar nos ayudó.
Antes de seguir nos sentamos a tomar una tónica y un café. En el Central Bar, en Corso Vittorio Emanuele 49. Hacía algo de frío, aprovechamos y comimos unas ricas masitas.
La historia de Alberobello es la de una pequeña comunidad de colonos de fines del siglo XVI que creció durante dos siglos.
Fue en el año 1359 cuando se cita por primera vez a Alberobello como Silva Arboris Belli, entre las posesiones de Acquaviva di Aragona, conde de Conversano. La pequeña población contaba con 40 casas circulares allá por el año 1630.
Muchos conocerán Alberobello y el porqué de los techos en forma de cono, pero por las dudas se los cuento. La parte final del cono no la terminaban, solo apoyaban los bloques y le ataban una cadena para que, cuando sabían que pasaba el recaudador de impuestos tiraban de ella y se caía el cono. El método para cobrar los impuestos era contando los conos o techos.
Son una verdadera curiosidad, sobre todo si se puede ver alguno en el estado original. Vivían con muy poco de todo, no sólo por el espacio donde habitaban. No tenían posesiones, casi solo lo puesto, ya que los señores feudales los explotaban al máximo.
Esto fue hasta el año 1797 cuando el Rey de España Ferdinando IV de Borbón, que gobernaba el Reino de Nápoles hizo una visita al lugar. Los pobladores se sublevaron y le pidieron al Rey que interceda. La respuesta fue rápida y el 27 de mayo de 1797 emitió un edicto por el cual los habitantes fueron emancipados. ¡Si que fue expeditivo!
Para festejar el acontecimiento se puso la primera piedra para la construcción de una casa con cal y cemento, que se edificó frente a la casa del conde de Conversano, llamada Casa d’Amore, por el nombre del propietario. La misma se encuentra en la plaza Ferdinando IV.
La construcción es muy particular, podrán comprobarlo si pueden ver alguno en el estado original como este de la foto.
Todo el complejo de trulli está sobre una ladera, de manera que se ven todos esos conos grises como grandes helados. Las inscripciones que tienen en los techos, son en algunos casos signos del zodíaco, otros religiosos o folclóricos. Se dividen en primitivos, religiosos y mágicos.
El recorrido del pueblo se hace a pie y se puede comenzar desde Largo Martellotta y subir hasta el Rione Monti y recorrer todas las callecitas bordeadas de flores y de las paredes blancas de los trulli.
El trullo más grande se lo llama Trullo Sovrano, (trullo soberano) y fue hecho construir por la familia Perta en el siglo XVIII. Ahora es un museo.
También hay un trullo que se llama Siamés porque son dos unidos. En todos se puede entrar y visitarlos, muchos son negocios, algunos bares y Bed & Brekfast.
En la cima del barrio Monti se encuentra la bella Iglesia de San Antonio, edificada en el año 1926-1927. La cúpula tiene forma de trullo. No recordaba haberla visitado en mi viaje anterior. El fresco del ábside es precioso y sus ángeles son muy bellos.
Esta es la segunda vez que vengo, siempre en sucesivas visitas se pueden apreciar mejor las cosas.
Alberobello en el año 1996 fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Le dijimos adiós a los trulli y enfilamos hacia Matera.