Anguillara Sabazia es una pequeña ciudad sobre un promontorio en la costa sureste del Lago de Bracciano. A 37 kilómetros de Roma. Situada en las laderas de los Monti Sabatini, Anguillara es uno de los tres municipios que se asienta sobre las márgenes del lago de Bracciano, junto con Trevignano Romano y Bracciano. Queda a 38 kilómetros de Roma.
La historia de Anguillara probablemente data de la época republicana de la antigua Roma, y se cree que un antiguo patricio, Rutilia Polla, era dueño de una villa cerca de la Colegiata y abastecía el mercado en Roma con la gran cantidad de peces del lago de los cuales las anguilas abundan. De allí que el escudo de la ciudad es una anguila.
La ciudad está rodeada por murallas, las calles son muy estrechas con algunas construcciones interesantes.
Antes de entrar al borgo y a los pies de la muralla, debajo de ella y cerca de la Porta Romana, hay un pequeño parque con un monumento, es el Parco della Rimembranza, quiere decir del recuerdo.
Entrando por la Porta Romana construida en el siglo XVI, con un reloj en el frente nos encontramos con una pequeña fuente de agua potable que asoma como una ventana hacia el lago, ni bien la traspasamos nos encontramos con una diminuta placita, pero lo suficiente grande para tener un bar «Dolci in Comune» donde tomarse un rico café y algún pasticcino (masita), un restaurante y el Edificio Baronale, del siglo XVI, ahora sede del municipio. En él se pueden ver unos frescos recientemente restaurados.
Desde allí sale una callecita empinada Vía della Collegiata , que sube hasta la iglesia.
La Colegiata o Chiesa della Assunta está situada en el punto más alto de la ciudad, con un hermoso mirador sobre el lago.
Su aspecto impresionante que se pierde entre el azul del lago y el cielo con el fondo de los Montes Sabatini que rodean el lago. Es uno de los monumentos más característicos de Anguillara.
Para ver en Anguillara están también la torre medieval, que hoy alberga el Museo de la Civilización y la cultura popular, creado en 1992 en memoria de Augusto Montori quien fue el creador, con el fin de preservar la identidad histórica de Anguillara.
Tiene un lindo paseo bordeando el lago con lugar para sentarse, algún bar y restaurantes. Ya ven siempre hay ocasión para festejar, y para esperar el almuerzo tomamos un aperitivo frente al lago en el Bar del Principe, suficiente para no almorzar, pero nos dejamos tentar.
A un costado del bar hay una capilla muy bonita, Madonna delle Grazie.
Me invitaron a cenar en la Trattoria La Terraza sul Lago, en Piazza del Comune 11, de Alesandro Mecali, que obviamente es amigo de mis primas, ya saben en estos pueblos se conocen todos.
Nos preparó una rica entrada con fiambres y quesos locales, y después un pescado asado y para mí, camarones.
Todo perfecto para despedirme de este precioso lugar (que lo siento como mi casa), fuimos a un concierto, en una pequeña y antigua iglesia de Anguillara Sabazia, con mi sobrina y su familia.
Mi sobrino, que toca la guitarra española, actuaba en esa oportunidad.
El maestro se despedía dirigiendo a sus alumnos por última vez.
Por suerte tengo este video como recuerdo:
Anguillara es una ciudad pequeña muy tranquila, con el encanto del lago y muy cerca de Roma, a la que vengo siempre porque tengo parientes.
Octubre 2021, aquí estoy de regreso y de esta manera me reciben en casa de mis parientes. La comida es amor.
