Los italianos llevan el gen de la arquitectura en su ADN. Desde los comienzos de su historia fueron grandes constructores de puentes, de carreteras, de anfiteatros de templos y viviendas. Se le debe también la invención del arco de medio punto y de cúpulas.
Los romanos llevaban su conocimiento a los lugares que conquistaban y allí dejaban su impronta. Comenzando por el diseño de lo que se llama Castrum, que era el campamento militar, alrededor del cual se construía la ciudad.
Italia es el país con el mayor número de monumentos en el mundo, figura con más de 100.000, seguida por Francia con 44.000. Como así también con el mayor patrimonio artístico e histórico del mundo. Figura en el primer lugar en el listado de la UNESCO con 51 sitios, seguido de China con 50 (consideren la densidad en relación a la superficie).
Las grandes obras que hasta el presente perduran como el Coliseo, La Catedral de Florencia, el Duomo de Milán, acueductos como el de Segovia en España, termas como Bath en Inglaterra, por nombrar los que todos conocemos que se encuentran en Italia.
Duomo de Milán
El estilo gótico en Italia que va desde el año 1228 hasta el año 1385, tiene hermosísimos ejemplos como la catedral de Orvieto, habiendo adoptado un estilo propio.
Catedral de Orvieto
Muchos de los hermosos monumentos se deben al movimiento arquitectónico renacentista cuya cuna fue Florencia iniciado en los años 1400-1600. Hubo grandes arquitectos de ese periodo, Filippo Brunelleschi fue el primer gran arquitecto renacentista, que nos dejó la bella cúpula de la catedral de Florencia Santa María del Fiore, una hazaña de ingeniería de tal dificultad para la que tuvo que inventar máquinas especiales para levantar cada sección en su lugar.
Santa Maria del Fiore
También León Battista Alberti, Vignola, Donato Bramante junto con el más grande de los escultores, Migue Ángel, ý el pintor Rafael. Palladio surge a finales del año 1600, su estilo se difundió mucho en el Reino Unido, Estados Unidos y Australia.
Palladio- Vicenza La Rotonda
Al renacimiento siguió el barroco que se inicia en Italia y luego se extiende al resto de Europa, fueron dos los arquitectos destacados y rivales entre si Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini. En Roma un exponente de Borromini es la Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane y en Piazza Navona la Iglesia de Santa Inés en Agonía. De Bernini, la iglesia de Sant’Andrea al Quirinale, y las maravillosas esculturas de las columnas del baldaquino de San Pedro, y el Rapto de Proserpina, solo son una ínfima parte de lo que han embellecido a Roma con su rivalidad. Apasionante las vidas de estos dos grandes artistas.
Vaticano columnas
Siguió el rococó, pero en Italia el auge del mismo fue la pintura.
El estilo neoclásico en Italia, arquitectos como Luigi Vanvitelli, Ferdinando Fuga, Filippo Juvara fueron los que volvieron a las formas clásicas y palladianas. Este estilo se caracteriza por la utilización de las columnas dóricas y las paredes lisas. Ejemplos de construcciones son la Basílica de San Francisco de Paula en la Piazza del Plebiscito en Nápoles, iglesia de San Carlo al Corso en Milán e infinidad diseminados en toda Italia.
Napoles, Piazza del Plesbicito y Duomo
La belleza y el placer de viajar por la península contribuye que en cada región los edificios tienen características locales, como se puede apreciar en el norte.
Si les interesa descubrir, conocer y divertirse jueguen a adivinar a que estilo pertenece algún edificio.
El arquitecto e ingeniero Vitruvio escribió el tratado más antiguo que se conserva sobre arquitectura, libros escritos en los años 27 – 23 a C.
Italia está a la vanguardia del diseño modernista y sostenible con arquitectos como Carlo Mollino y Renzo Piano, de este último el año pasado conocí el Santuario di Padre Pio en San Giovanni Rotondo, en la región de la Puglia. Bellísima concepción de grandeza, espiritualidad y sencillez. Tanto su exterior, grandioso como su interior sublime por lo que trasmite.
San Giovanni Rotondo – Santuario Padre Pio