A 80 km de Roma y a unos 5 km de Viterbo está la pequeña ciudad de Bagnaia, Los primeros indicios de Bagnaia son del año 963. Edificada sobre la Vía Francigena.
El castillo de Bagnaia fue destruido por el emperador Otón en año 1210 y en 1221 se finalizó su reconstrucción.
Cruzando la Puerta del Castillo se llega a la plaza del castillo con una fuente Fontana dei Leoncini, copia de la misma de Villa Lante
En lo alto de la ciudad se encuentra la Villa Lante, obra maestra del arquitecto Vignola, (si bien no hay documentación que lo asegure). Construida a pedido del cardenal de Viterbo Gianfrancesco Gambarra, en el año 1566. Lleva el nombre de la familia Lante della Rovere, Duques de Bomarzo, que fueron sus dueños por tres siglos hasta el año 1993.
El diseño del palacio y su parque es diferente a los que he vistos hasta ahora, ya que son dos palacios iguales separados por un jardín con fuentes que iban desde la más lejana, alta y más ruidosa y a medida que bajan al llano son menos ruidosas y más calmas. Querían simbolizar los caminos de la vida. Cuando la juventud es ruidosa e impetuosa y con los años se calma y serena.
También tiene una pequeña construcción en la parte más lejana y en lo alto, para entretenimiento del cardenal. Desde donde se aprecian los jardines manieristas italianos más bellos del siglo XVI y patios con sus enormes fuentes. Algunas de ellas hacen bromas al paseante salpicando agua inesperadamente.
El bosque de robles y los rododendros son enormes y muy viejos. El agua es el elemento principal y de cohesión en todo el parque.
El cardenal quería una residencia de verano sin gran opulencia, pero lo importante debía ser el jardín.
El nombre del Cardenal Gambarra significa camarón (en italiano gambero) y se lo puede ver en casi todos lados ya sea es esculpido o en relieve,
Es muy difícil describir, la sucesión de fuentes, cascadas, esculturas y jardines. Cada obra con un sentido y función.
Desde la parte más alta el agua fluye abundante y ruidosa aprovechando la pendiente del terreno, son tres los niveles y en el último en el llano, con una fuente cuadrada, rodeada de parterres cuadrados, simbolizan el final de la vida sosegada y tranquila lejos de los arrebatos de la juventud.
Las distintas fuentes cada una con su belleza particular y los grupos escultóricos que las enriquecen, por ejemplo, la Fuente del Diluvio, La Fuente de los Delfines, la Fuente de los Gigantes, Fuente de las Lucernas, Fuente de la Claridad, hermosa la Escalera de Agua, la Fuente Mora y seguro que me olvido alguna.
Deje para el final la que más me sorprendió y maravillo la llamada Mesa del Cardenal cosiste en un rectángulo de mármol gris de unos l0 metros de largo cavado en el centro por donde fluye el agua y servía para refrescar las bebidas en ocasión de los banquetes. Parecía una mesa de cristal y me podía imaginar a los invitados con sus bellos trajes renacentistas y los pajes con sus cabelleras de corte carre sirviendo a los presentes.
Dejamos atrás la belleza de la villa y fuimos a dar un paseo en la parte medieval de Bagnaia.
Nos recomendaron almorzar a la entrada de la Porta del Castello en el restaurante Del Borgo. En Piazza XX Settembre 7/8. Y siempre que se llenan los ojos y el espíritu hace falta también alimentar el cuerpo y nosotras lo hacemos religiosamente.
En Italia comer mal es posible, pero difícil, mi plato muy original eran Spaghetti alla carbona, pero con una salsa garbanzos simplemente delicioso.
Si les gustan los palacios y jardines esta villa es de ensueño, se las recomiendo.