Bracciano es un hermoso pueblo situado sobre una colina a mitad camino entre Roma y Viterbo, en el Parque Nacional Bracciano-Martignano. Lugar elegido para la realización de ceremonias y grandes fiestas del jet set internacional.
El Castello Orsini-Odescalchi, construido por la familia Orsini a fines del siglo XV, con la potente muralla y sus 6 torreones domina el panorama. Es de origen medieval, hoy es museo y conserva el mobiliario original y una notable colección de armas y armaduras medievales. Sus salones ricamente decorados tienen hermosos frescos y algunas historias de intrigas y crueldades.
Como la historia de amor de la Duquesa di Bracciano Isabella de Medici y el duque Pablo Giordano Orsini. Cuando tenía 6 años sus padres la prometieron en matrimonio al duque Giordano. Las nupcias se celebraron cuando ella cumplió 16 años. Se cuenta que el duque era una persona cínica y violenta. Solía ausentarse frecuentemente, y fue así que ella tenía como amante al primo de su esposo, Troilo Orsini.
El duque sabiendo el hecho la estranguló con sus propias manos en una Villa en las afuera de Florencia.
En el cuarto Rosso, que era de Isabella, sobre la cama hay un lazo, que sería con el que fue asesinada. En ese cuarto hay una puerta secreta que da a una trampa, donde dicen se hacía pasar a los amantes para no ser descubiertos, cayendo a un foso. El conducto por el que caían directamente al lago, tenía afiladas hojas lo que aseguraba una muerte segura.
Durante el renacimiento fue una de las cortes más prestigiosas y distinguidas por lo fastuoso de sus fiestas y la gran cantidad de artistas que allí se reunían.
Es tal vez uno de los más hermosos palacios de Italia, vale la pena una visita. Las vistas desde los torreones son magníficas.
El casco histórico que rodea el castillo con iglesias y edificios antiguos con las características callecitas medievales está inmerso en una atmósfera de miles de años.
La iglesia de Santa María Novella, en Vía Príncipe di Napoli , surge en 1438 junto con el convento Agustiniano. En Vía della Collegiata, en la parte alta del borgo y en una reducida plaza nos sorprende por el tamaño el Duomo di Santo Stefano, su origen se remonta al 1200, pero es en el 1600 cuando se completó en estilo neoclásico.
Desde el Belvedere la Sentinella o desde la Iglesia Santa María del Riposo hay unas hermosas vistas de todo el Lago di Bracciano.
Si quieren tomar un buen café y una rica sfogliatella nada mejor el bar Príncipe di Napoli, en Vía Príncipe di Napoli 17.
Hay dos celebraciones muy arraigadas en el pueblo y en la zona del Lazio y son la Passione di Cristo, que es un desfile teatral por las calles del pueblo desde más de 40 años y la Infiorata Corpus Cristi que desde 1983 muestra la destreza de los Maestri Fiorai de Bracciano.
Alejándonos un poco del pueblo, a orillas del lago se encuentra el Museo Histórico de la Aeronáutica Militar.
Vine en varias oportunidades y en cada ocasión vinimos a almorzar o cenar a distintos restaurantes. Una de las veces cenamos al pie de la muralla en la Osteria Pane e Olio, en Piazza Mazzini 11. La comida deliciosa. El clima muy sugestivo con las torres iluminadas.
En mi viaje de 2018, fuimos a pasear y comprar sfogliatelle. El estacionamiento es un problema, de manera que dejamos el auto en un parking de un supermercado, cuando volvimos estaba cerrado. El supermercado abría a las 16. No nos quedó más remedio que ir a almorzar. En una de las callecitas, Vía Arazzaria 29, había varios nos decidimos por uno nuevo de nombre Enjoy Ristorante e Pizzeria, no nos convencía el nombre, pero la carta era buena, el lugar simpático y bien atendido.
Comimos dos pastas diferentes, Pici al tartufo y yo Fettuccine con berenjenas. Luego unas brochets de cordero y panceta con verduras salteadas. El vino un tinto Sangiovese.
Para mi despedida en Mayo de 2018, almorzamos en la Osteria del Borgo, en Piazza Roma 8, al mejor estilo antigua Roma, antipastos varios, con un Prosecco, luego algunos pasta rellena y otros pasta seca, a continuación uno de los chicos comió una Bistecca allá Fiorentina, yo comí camarones a la grilla y los otros pescado, todo regado con un buen tinto. El postre fue una degustación obsequio del restaurante ya que mis primos son clientes habituales.
Venir a Anguillara, que queda a minutos de Bracciano, lo hago todas las veces que vengo a Italia, ya que mi familia es de aquí y siempre es una fiesta. La ultima fue en octubre 2021, que ademas de tomar café, pasear almorzamos en Tevignano Romano, el tercer pueblo sobre el lago.
Estos pequeños pueblos es un placer visitarlos porque aún no están invadidos de turistas. En verano vienen los italianos.