En mi tercer día de San Casciano dei Bagni, salió por fin el sol y aproveche a sacar unas fotos del borgo antiguo.
Después fui hasta la localidad de Cetona a unos 14 km. donde había una muestra de flores y se podían visitar jardines privados.
Desde el año 2001 Cetona está en una lista de los Borgos más bellos de Italia.
El paisaje de la ruta es precioso, las suaves colinas Toscanas y los elegantes cipreses lo hacen inconfundible. Llegue lo mas bien. El comentario es para los que no me leen tanto, porque es muy común que me pierda, jajaj, eso hace que descubra lugares a los que no hubiera ido.
Al casco antiguo, se entra por la Piazza Garibaldi inusualmente grande para un borgo tan chico. Al comienzo de la plaza se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel.
La plaza estaba llena de flores y arbustos preciosos, los bares abiertos y llenos de gente, en la ex iglesia de La Annunziata, que tiene unos frescos preciosos se encuentra la oficina de Informes.
Al final de la plaza donde hay una fuente, se halla la Torre del Rivellino , que es redonda, y estaba unida a la tercera muralla del siglo XVI, y la Porta Castello o Porta Maggiore. Allí se encontraba la única calle de acceso al borgo hasta el año 1873 cuando se abrió la calle que llegaba desde la localidad de Sarteano.
Las tres murallas se construyeron entre el siglo X y XVI, la primera es la que rodea la Torre, es la más interna, luego la segunda un poco más amplia para defensa y orden de las viviendas de servicio y la ultima la más externa para proteger al poblado, de esta última solo quedan algunos restos y la Porta Castello, junto al Rivellino (es una fortificación generalmente separada del resto).
Tomando la Vía Roma que por supuesto es en subida se pasa por el Museo Cívico de la Prehistoria. Un poco más adelante, en una placita con un antiguo y gran aljibe nos encontramos con la Collegiata della Santísima Trinita, un edificio de estilo románico, con ventanas góticas y el portal de época renacentista, es del siglo XII- XIII. Me encantan estas construcciones simples, no muy grandes pero fuertes, poderosas.
Es pasado el mediodía y no hay nadie en las calles, solo el perfume de alguna cocina de las casas vecinas.
Subiendo, subiendo por una larga escalera se llega a un mirador con una vista maravillosa, a mis espaldas la fortaleza y delante Le Mura,(la muralla), unos árboles, dos bancos y una de las tantas canillas de agua potable que hay en el pueblo. Esta es parte de la segunda muralla.
No podía imaginar lugar más bello para un picnic, estaba sola, había comprado una focaccia y jamón y me decidí a comer allí, tenía tiempo, recién a las 16 se hacía la visita al jardín privado.
Desde aquí arriba hay un recorrido que llega a la Rocca, el acceso es por una larga y hermosa escalera que desemboca en la puerta, pero no se puede visitar porque es privada. Este es el núcleo más antiguo de Cetona. Desde aqui se tiene una vista bellisima sobre todo el pueblo.
Tuve que bajar todo lo que había subido, y para premiarme me tome un caffé alla nocciola en el Caffé Sport, al comienzo de la plaza Garibaldi al lado del Rivellino.
El jardín que visitamos está relativamente cerca, se llama Podere Gamberai. Una cosa soberbia, el sendero de entrada bordeado con cipreses y la casa inmersa en el verde de las enredaderas, varias glorietas llenas de flores de glicina que perfumaban el ambiente, los olivares y los viñedos que la rodeaban, de verdad algo soñado.
Muy interesante la visita, por la variedad de flores y plantas, por el diseño del parque.
Nos sirvieron una merienda aperitivo, ya que había de todo, incluido el Prosecco, mientras la dueña de casa nos explicaba sobre las técnicas y costumbres de cultivación de la región.
Cetona es una verdadera joyita en todo sentido, no duden en visitar algo no popular ni muy turístico, siempre los gratificará.
Volví a San Casciano dei Bagni todavía de día. Al día siguiente me iba a Tarquinia.