El origen de muchos platos es digno de ser conocido. Por eso, indagando un poco en la historia de la cocina, encontramos anécdotas que nos llaman la atención.
A veces lo sencillo es la clave del éxito de algunas recetas y la pizza margarita es un gran ejemplo. Así es como nació:
A veces lo sencillo es la clave del éxito de algunas recetas y la pizza margarita es un gran ejemplo. Así es como nació:
No importan las modas gastronómicas ni los años que transcurran.
Esta humilde receta italiana sigue siendo un hit. Y es que, a lo largo de sus más de doscientos años de historia, se ha convertido en un clásico de la gastronomía internacional. Una combinación de ingredientes que presume de lucir los colores de la bandera italiana y la primera pizza en incorporar el queso entre ellos.
Esta humilde receta italiana sigue siendo un hit. Y es que, a lo largo de sus más de doscientos años de historia, se ha convertido en un clásico de la gastronomía internacional. Una combinación de ingredientes que presume de lucir los colores de la bandera italiana y la primera pizza en incorporar el queso entre ellos.
Su origen se remonta al Nápoles de 1889, fue en la Pizzeria Bracci donde su chef, Raffaele Esposito, decidió crear la pizza con los colores de la bandera para hacerle honor a la reina del imperio Italiano, Margherita de Saboya. ¿La fórmula? Muy simple: tomate, mozzarella y albahaca. ¡Se convirtió en la predilecta de la reina!.
La receta de la pizza pasó a ser el plato de culto de la época y el propio Raffaele Esposito decidió bautizarla con el nombre de «Margherita» como tributo a su reina, a cambio de que esta le diese el sello real a su pizzería.
La pizza margarita no solo se hizo popular en toda Italia, sino que se convirtió en uno de los platos más apreciados en el mundo.
Estando en Nápoles no podía dejar de ir a comer algo tan famoso en el mundo y que tanto nos gusta en Argentina.
Decidí ir a la Antica Pizzería O’Presidente, que me la habían recomendado en Vía Pietro Colletta 118/120.
El lugar muy pintoresco, elegí un gusto diferente a la tradicional Margherita, estaba muy rica, pero enorme que no pude terminarla aun con la ayuda del vino.
Demás esta decir que hay infinidad de pizzerías y no dudo que todas hacen la pizza napoletana, muy bien.
No hace falta que les sugiera que no dejen de probarla. Buon Appetito.