Piombino está 11 km de Populonia y no podía dejar de ir en homenaje a mis padres que solían ir. Quizá me habrán llevado de muy chica, no lo sé.
La ciudad fuera de las murallas está bastante extendida y la totalidad de habitantes es de 32.400.
Fue dominada por Pisa hasta el año 1339, luego paso a ser principado de la familia Appiani, hasta que formó parte del Gran Ducato di Toscana.
El casco antiguo está delimitado por las murallas que se le atribuyen a Leonardo Da Vinci. La fortaleza de los Medici fue construida sobre el espacio del Cassero Pisano. Algo para ver es la Capella della Citadella, de estilo renacentista construida en el año 1465 con un hermoso altar barroco.
La ciudadela del Siglo XV fue mandada construir por Jacobo Appiani sobre diseño del arquitecto florentino Andrea Guardi, para albergar la corte.
El edificio más antiguo del borgo se encuentra en la Piazza Verdi, es el Torrione del Siglo XIII, estaba pensado para defensa.
En la Marina con el Porticciolo, está la Fonte di Marina una fuente con cinco cabezas de animales (ahora hay solo cuatro) construida en El año 1247 por Nicola Pisano, en ese tiempo ese era el lugar de reunión social del borgo.
El mar todavía estaba bastante movido y en la pequeña dársena había buzos sacando lanchas hundidas y motores del fondo. La costa estaba bastante dañada por los temporales que azotaron Italia por más de 10 días.
No lejos de allí se encuentra la gran Piazzetta del Mare y el Palazzo Appiani y a continuación la Piazza Bovio y el faro de Piombino que se destaca en el conjunto. Desde aquí se divisan las islas de Elba y la de Giglio (donde nacieron mis padres).
Las estrechas callejuelas sin tráfico donde los bares y restaurantes se extienden hasta la calle suelen ser encantadoras.
En Corso Vittorio Emanuel 11, justo donde la calle termina entre la Pizza Bovio y la Piazzetta del Mare, en la Birreria Molo 2.2, almorcé porchetta con verduras grilladas (Es cerdo deshuesado y asado al espiedo), que estaban muy buenas con una copa de prosecco.
Desde el puerto de Piombino parten los ferris para las islas del archipiélago Toscano y Cerdeña, también llegan los grandes cruceros.
Después de almorzar fuí hasta el espigón y de allí me despedí de esta zona de mar tan antigua y hermosa..
