Dejamos Erice y nos dirigimos a Segesta que queda a 43 km, bajando por un camino provincial, de dulces colinas, con un hermoso panorama.
Hasta aquí llegaron los “élimos” pueblo griego que huyo de Troya después de su destrucción, instalando el culto a la fertilidad a la diosa Afrodita o Venus.
El Templo está intacto, de orden dórico-sículo del año 420 a C, construido sobre una pequeña elevación en el medio del valle es una imagen imponente y majestuosa que nos sorprende y maravilla cuando la divisamos en la soledad de los campos, lo que lo hace aún más majestuoso.
Tiene seis columnas en el frente por catorce en el lateral, en total consta de 36 columnas. Estas columnas son de piedra porosa y el fuste no es estriado como las de otros templos que son de mármol, pero es unos de los más hermosos de la Magna Grecia, como se llama la zona colonizada por los griegos. El templo nunca fue terminado, y tampoco se conoce a que divinidad haya sido dedicado, solo se especula que puede haber sido por los conflictos que tenían con su vecina Selinunte.
La historia de Segesta está ligada a la gran ciudad de Selinunte que fue su acérrima rival.
Desde el Templo, subiendo, a menos de dos kilómetros aproximadamente en la cima del Monte Barbaro, se asoma, excavado en la roca aprovechando la pendiente del terreno, el Teatro Griego, del Siglo II a C. En sus veinte filas de gradas había lugar para unas 3200 personas. El teatro mira al mar y desde él se puede ver en días soleados el mar azul a lo lejos.
El Teatro Griego de Segesta es más bien pequeño en comparación con otros, pero su posición privilegiada es única. Además, la vista del Templo desde arriba es estupenda.
Si no quieren caminar cada tanto sube un bus. Les recomiendo llevar protección para el sol y alguna bebida.
Esta imagen no es mia. La tome prestada temporalmente de Internet.
Los restos de la antigua ciudad de Segesta se encuentra en una ladera enfrente del templo a unos dos kilómetros.
Completa el conjunto un gran santuario del Siglo IV-V a C. en vías de exploración.
Sin llegar a tener la magnitud de Agrigento, vale la pena venir hasta aquí para admirar tan bello monumento bien conservado.
Le dijimos adiós a Segesta, para ir a Marinella di Selinunte, que queda a 61 km a orillas del mar, primero a almorzar y luego al parque arqueológico.