Trevignano Romano asentado sobre la orilla del Lago di Bracciano, es un simpático pueblo de 5900 habitantes. Está construido sobre un promontorio de 170 metros sobre el nivel del Mar.
Queda a 51 km de Roma y a 12 km desde Anguillara Sabazia.
En los siglos VII y VI a C fue ocupado por los etruscos. Los restos de esta cultura se encuentran en el Museo Cívico, situado en el Palazzo Comunale.
El centro histórico es pequeño y en la parte más alta se encuentra la iglesia de Santa María Assunta, que se construyó en el año 1500, edificada sobre un anterior edificio de estilo gótico. En el ábside hay un fresco de la escuela de Rafael.
Otra cosa que se puede visitar es el Castello Orsini, también llamado La Rocca Dei Vico, construido en el año 1200, del que solo quedan las ruinas. En la hora del crepúsculo desde allá arriba hay una estupenda vista escenográfica sobre el lago y los otros dos pueblos.
Tiene una hermosa costanera de más de 3 km de largo, con lindos bares y restaurantes.
Este también es un reducto donde no está atestado de gente, salvo los días de mercado al que vienen los italianos de los pueblos vecinos o cuando hay algún festejo del que son tan afectos.
El Bar y Pasticceria Avincola, frente a la plaza es donde se reúnen los locales a ver pasar el tiempo y a la gente. Además del café y los helados sirven muy buenos aperitivos.
Fuimos a almorzar al restaurante Il Frantoio, en Via Sutri 3, saliendo un poco del pueblo y subiendo una pequeña colina desde donde se tiene una linda vista del lago. Aquí como pueblo chico se conocen todos y los dueños eran amigos de mis primas. Nos atendieron con todos los honores. La comida deliciosa.
En todos los pueblos por más pequeños que sean, siempre van a encontrar algo interesante, no lo duden. Volvimos a Anguillara dando la vuelta al lago al atardecer que es muy lindo.
Creo que ya saben que el Lago di Bracciano es mi visita obligada cada vez que vengo a Italia. Hace dos años de la última vez, ahora estamos en Octubre 2021, después de dejar la valija y almorzar en casa de mis parientes, vinimos a tomar el aperitivo al clásico bar Avincola, en la plaza.
Después de andar por buena parte de Italia por dos meses, estoy de regreso en diciembre 2021 y vinimos a almorzar al restaurante Il Frantoio, donde se come re bien, son amigos y la vista, el servicio y el local son muy lindos. Para que se deleiten aunque sea con las fotos les cuento lo que comimos y tomamos. El vino un sagrantino di Montefalco (equivalente a nuestro cabernet). De entrada un surtido de fiambres y quesos locales y un plato muy típico verduras fritas muy crocantes con flores de zapallo rellenas, es delicioso. Luego unos ñoquis con panceta, queso era una nueva creación, muy buenos, compartimos unos tentáculos de pulpo a la parrilla. Uno de los postres «sbriciolata ai frutti di bosco» (no tenemos algo equivalente) y una pasta frola de dulce de frutos rojos.
Nos quedamos de sobremesa con el chef y su esposa y como saben que me gustan las motos me mostró su ultima adquisición.
Mi sobrina, su esposo y el chef dueño de esta belleza, casi tanto como su comida.
Hora de volver, a Anguillara y pensar que ya faltan solo dos días para mi regreso a Buenos aires.
Arrivederci Lago di Bracciano, que sea hasta pronto.