Estando en Artimino decidí ir hasta Vinci, que queda a 27 km. Cuna de Leonardo da Vinci padre del Renacimiento italiano.
Nació en Anciano en el año 1452 y fallece en el año 1519 a los 67 años en Francia. Es sorprendente como desarrollo sus capacidades cuando, hasta los 19 años estuvo lejos de las escuelas y las universidades, viviendo en el campo en contacto con la naturaleza. Era hijo natural de Ser Piero Frausino di Antonio, embajador, escribano y canciller de la República de Florencia, y eso le impedía asistir a la universidad de Florencia.
La pequeña y pintoresca Vinci en la antigüedad fue habitada por los etruscos, como casi toda la Toscana y luego estuvo bajo el Imperio Romano.
Construida sobre el filo de un pequeño cerro, de manera que es muy fácil y agradable de recorrer, tiene una calle que la recorre a lo largo, Vía dei Martiri. Entre la Vía Montalbano y Vía G. Rossi encontrarán tiendas y restaurantes como La Torreta o Il Ristoro del Museo, donde se come muy bien y a buenos precios y además la visita obligada al hermoso castillo del año 1000, mandado construir por los Condes Guidi.
En el castillo se encuentra el Museo Leonardiano. Leonardo di ser Piero da Vinci, este era su nombre, aunque el firmaba sus obras como «Io Leonardo», «Yo Leonardo» fue y seguirá siendo uno de los grandes genios que dio a luz el renacimiento después de tantos años de oscurantismo de la edad media. Aquí encontrarán una cantidad de máquinas que inventó para una infinidad de usos, son más de 60. Les aseguro que parece increíble lo que uno ve. Conceptos e ideas modernos y avanzados para su época, que abarcaron casi todas las disciplinas, inicialmente se dedicó al estudio de la anatomía humana, era pintor, escultor, ingeniero, matemático, apasionado por el vuelo de las aves, y tantas cosas más que yo no sabía que había hecho y quien había sido.
En el centro del pueblo se halla la iglesia Santa Croce, del siglo XIII, de estilo románico en su origen, luego fue modificada varias veces siendo su aspecto actual de estilo neorrenacentista. En ella se conserva la pila bautismal donde fue bautizado Leonardo. El estupendo campanario se construyó en el año 1852, en el aniversario de los cuatrocientos años de su nacimiento.
Había una exposición llamada «La mostra impossibile» (La exposición imposible), la llamaron así porque estaban expuestas sus obras, que se hallan en diversos museos y galerías del mundo. Eran sus pinturas digitalizadas y enmarcadas del tamaño natural, incluso la última cena. Algo maravilloso y sorprendente.
A unos 2 km más arriba (en este país todo queda arriba, la pendiente es de 17%, (parece que es mucho) está la casa donde nació. Ahora es un museo. Un video con un holograma de Leonardo, primero nos recibe y luego nos explica su vida. No sabía que le preocupaba la vejez, ese parece ser el motivo por el que en sus pinturas las figuras casi no tienen arrugas. En sus obras le interesaba que los personajes reflejaran sus sentimientos.
De regreso pase por Empoli, no sé porque esta ciudad me llamaba la atención, pero la verdad no tiene nada interesante. Lo bueno es que está en el llano.
Me encantó Vinci, el pueblo y toda la historia fantástica de este genio universal que ya admiraba, pero ahora aprendí unas cuantas cosas más y estoy feliz de haber venido
De regreso a Artimino, tuve que pasar por el puente re angosto, pero esta vez no me iban a embromar, así que me acerque despacio y deje a dos delante mío, pase sin problema.
Llegue para la cena, que fue en el parque con una hermosa vista a la campiña y a lo lejos Florencia.
