20-10-2021
Desde Anguillara fuimos hasta Vitorchiano, lugar que nunca había sentido nombrar, queda a 57 kilómetros. Ubicado sobre un promontorio de piedra que le da un encanto particular. Esta región llamada Tuscia está inmersa en hermosos bosques de árboles muy viejos.
Llegamos casi a las 15 de manera que lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde almorzar, ya que cierran después del mediodía. Almorzamos a la sombra de la muralla un plato de fideos con funghi porcini y salchicha fresca de cerdo, estaban muy buenos, yo tomé una copa de vino Merlot de la zona.
Vítorchiano, fue objeto de disputas entre Roma y Viterbo. Es un Borgo medieval con su muralla defensiva y una sola puerta de entrada, Porta Romana, llamada así porque esta orienta hacia Roma, tiene en su frente la inscripción S.P.Q.R, que quiere decir Senado Pueblo de Roma. Ha conservado a través de los años su centro histórico intacto.
Su historia está unida a la de Roma desde tiempo de los etruscos. La estatua que nos recibe en la entrada de un pastor llamado Marzio. Cuenta la historia de esta unión con Roma. Los habitantes de Vitorchiano, habiéndose enterados de la avanzada de los etruscos sobre Roma, enviaron a este pastor para advertirles. En el camino se clavó una espina en un pie, pero pudo dar el mensaje, muriendo luego por la infección producida.
La muralla está formada por varias torres y sus muros terminan en las características almenas ghibelinas, que tienen forma de cola de golondrina.
La calle principal de nombre Arringa que desde la Porta Romana lleva a la Piazza Roma tiene ese nombre porque en la plaza en la antigüedad los habitantes escuchaban los “arenghi” discursos.
A un costado de la plaza un cartel decía Tuscia Terra del Cinema, aquí se filmó La Armada Brancaleone, con el famoso Vittorio Gassman.
El Palazzo Comunale una construcción de fin de al año 1400. Una fuente Del siglo XIII y una torre con un reloj del año 1470 que aún funciona.
Los vericuetos que se abren a los costados de esta calle nos dan una bella imagen de un entorno cuidado, con plantas, flores y también ropa colgada jajaj, escaleras que llevan a un balcón o alguna vivienda, nos hacen retroceder en el tiempo.
Aquí se encuentra la iglesia de Santa Maria Assunta, del siglo XIII, de estilo gótico, conserva en su interior algunos hermosos frescos, un crucifijo de madera del año 1590 y un antiguo órgano.
Como en muchos lugares aquí también hubo un barrio judío, y la casa del Rabino es una de las más antiguas. En ella se conservan los documentos desde el asentamiento de esta pequeña comunidad hasta su expulsión en el siglo XVI.
Por supuesto hay varias iglesias, algunas de las cuales pasan desapercibidas. La Santissima Trinitá o de San Amanzio. Construida en el año 1476, la de San Antonio Abate del año 1406.
El pueblo es encantador con infinidad e rincones deliciosos, al final del pueblo un belvedere con una vista estupenda sobre el valle del rio Tiber.
A pesar que no es temporada siempre hay algún bar abierto y nosotras no perdemos la oportunidad de parar a tomar algo y yo (que les parece, a probar algo de las especialidades del lugar). También nos da la oportunidad de conversar con la gente de la zona, en este caso nos preguntaron si habíamos visto la escultura del Moai (una réplica de las de la isla de Pascua) 6 metros de altura, 30 toneladas de peso construida con la piedra local el peperino.
Por supuesto fuimos a verla, queda fuera de la muralla, sobre una de las rutas de acceso, parece algo extraño, está ubicada del otro lado del valle mirando a Vitorchiano.
De verdad no me esperaba un pueblo tan lindo.
Fue muy gracioso porque mi amiga Laura, al día siguiente me mando un Watsapp para decirme que fuera a visitar a este pueblo porque en el diario la Nación habían publicado una nota.
Esta tierra tiene infinitas sorpresas y bellezas de sobra para todos los gustos.