CIVITA CASTELLANA-Lazio

Estando en Anguillara, que queda a 36 km y a 65 de Roma, decidimos, con la excusa de ir a almorzar a un restaurante, venir hasta esta antigua ciudad que además cuenta con una catedral de influencia cosmatesca, esta denominación deriva del apellido de la familia Cosmati (de Roma) construida alrededor del año 1185 y concluida en 1210.

Había visto pisos y paredes creados con la técnica de utilizar fragmentos de distintos materiales, pero no sabia ni el nombre ni su origen.

Civita Castellana antiguamente se llamó Falerii Veteres, inmersa en el verde de la campiña que la rodea llama la atención el contraste rojizo de la piedra con que está construida

Fue dominada por los longobardos y en época medieval fue refugio del Papa Clemente III y Adriano.

Civita Castellana está construida como corresponde a una borgo fortificado sobre un promontorio de rocas y cuando se llega lo primero que vemos es la imponente construcción del Forte Sangallo. Mandado construir por Alessandro Borgia en el año 1465 con el proyecto del ingeniero Sangallo il Vecchio. Hoy es un museo. Hermoso ingreso y claustro.

Allí cerca se encuentra el Duomo di Santa María, es un ejemplo de arquitectura románica del siglo XII. En el siglo XVIII se restauro su interior modificando algunas estructuras en estilo barroco. Pero quedan todavía el campanario, la cripta y la fachada con algunos frescos originarios.
Aquí se encuentra una placa recordando a Mozart que tocara el órgano mientras estaba en la ciudad el 11 de julio de 1770.

Tiene una trayectoria y renombre como Ciudad de la Cerámica, y podemos encontrar algunos estudios por ej. Mastro Cencio, con trabajos muy hermosos.

En la plaza principal se encuentra el Palazzo del Comune del siglo XVI y en frente la Fontana dei Draghi.

Recorriendo el borgo antiguo que es pequeño nos encontramos con la iglesia de San Francesco e di S.Maria del Carmine del Siglo XIII.

Son de admirar algunos palacios renacentista y barrocos, como ejemplo el Palazzo Petroni-Trocchi 1544, del arquitecto Sangallo, el Palazzo Onorati, Palazzo Baroni, donde en algunas salas hay frescos.

El Ponte Clementino de 40 metros de altura y 90 metros de largo construido en 1709, por orden del papa Clemente XI, desde donde se tiene una magnifica vista de Civita Castellana. Como en muchas localidades medievales lo sugestivo es recorrer sus estrechas callejuelas con pequeñas plazas, casas y torres

Después de ir abriendo el apetito allá fuimos a lo que habíamos venido, el restaurante el Becccofino de Brunelli Sergio, en Via delle Palme 18, en una antigua residencia, su interior nos sorprende al igual que su comida. Hermoso local, tranquilo y la comida deliciosa. Linda vajilla, bien presentados los platos desde su appetizer hasta el postre.

“Cucinare per me è come fermare il tempo, grazie a profumi e sapori, che mi fanno tornare in mente ricordi della cucina di mia madre e mia nonna.” Dicho del Chef Brunelli.

La cocina es un arte, y en Italia donde el arte es la esencia de su pueblo, hacen de ella una experiencia única. Espero ustedes la descubran y disfruten.