Estando en Polignano a Mare fui hasta Monopoli, que no conocía que está a 8 km. Y a 40 de Bari. Llegar es fácil, estacionar no tanto, pero tuve suerte encontré un lugar gratis, cerca del centro histórico.
Monopoli es un destino fascinante para conocer que enamora a sus visitantes (y a mi), tiene esa belleza típica de la Puglia mezcla de azul del mar con el blanco de las casas.
Tiene el encanto de tener una fortaleza sobre el mar Adriático, construida por Federico II, que protege la ensenada, puerto natural de pescadores y la ciudad rodeada por una muralla. Por ella pasaron los cretenses, bizantinos, normando, españoles y venecianos ya que era un centro comercial. También debido a esto tenia incursiones, y por ello necesitaba obras defensivas, una es el enorme castillo fortaleza ubicado en Punta Penna uno de los extremos de la bahía. El pintoresco puerto rodeado de bellos edificios se adentra al centro histórico desde la edad media.
Recorrer sus alrededores es muy lindo para pasar al casco antiguo donde se destaca el contraste entre las callejuelas muy estrechas y las amplias plazas (Piazza Garibaldi, Piazza Palmieri y Piazza XX Settembre, la más famosa).
Me llamo la atención el nombre de una basílica, «Madonna della Madia” palabra que deriva del español de origen árabe “ Almadia” que significa balsa, su imagen llegó por mar. En el siglo XII. Siembre se mezcla leyenda y realidad. De origen medieval, pero transformada en uno de los mejores ejemplos del barroco en las tierras de Bari.
La costa de Monopoli es baja y recortada salpicada por pequeñas calas con playas blancas y fondos marinos de suave pendiente.