BEVAGNA – Umbria

Estando en Izzalini, fui hasta Bevagna que queda a 43 km, de un camino precioso.
Su origen se remonta al año 220 a C cuando el imperio romano organizó las grandes vías de comunicación, haciendo pasar a la Vía Flaminia por ella. Recién en el siglo XII puede decirse que la ciudad tomo la forma medieval dentro de las murallas que fueron reconstruidas.
Cuando llegué estaba toda adornada con las banderas de las distintas contradas (barrios) porque había habido un festival épico, y por supuesto una oportunidad para comer los productos típicos.
Entre por una puerta donde había una fuente que usaban para lavar la ropa sobre el río Clitunno.

SS4855_IMG_8906
Llegué a la hora del almuerzo y para no perdérmelo me senté a tomar algo en la Pizzería Micheletto, Largo Antonio Gramsci 1, que está frente a una plaza.

SS4848_IMG_8886
El dueño del local mientras iba y venía recitaba el Canto III del Infierno de Dante: «Lasciate ogni speranza voi che entrate”, abandonen toda esperanza los que entren al infierno.
Por primera vez comí panzanella, una ensalada muy rica y fresca. La particularidad es que se hace con pan casero de corteza crocante, tomates cortados no muy finos, aceitunas negras, alcaparras, pepino, cebolla roja, abundante albahaca, sal, aceite de oliva, vinagre de vino. Su origen es muy antiguo, Bocaccio, en el siglo XIV la menciona en su obra. Tomé un Sagrantino di Montefalco equivalente a nuestro Cabernet Sauvignon, que me convido el dueño. De postre una rica crema de café.

SS4853_IMG_8903

Estuvo bien almorzar y luego visitar la ciudad, que es pequeñísima, y a diferencia de la mayoría que están en subida esta, está casi en el llano.

Bevagna (5)
La plaza medieval Filippo Silvestri, tiene en el centro una fuente como en todas las plazas municipales, además el Palazzo dei Cosoli y dos iglesias, la catedral de San Michele Arcangelo, de estilo románico que fue construida alrededor del año 1070, mientras que la fachada de travertino es del siglo XIII.
El arco de la puerta está decorado con mosaicos al estilo cosmasco (trabajo realizado con trozos de piedras, mármoles y cerámicas de distintos colores), y ornamentada con bajorrelieves y volutas. El campanario es de estilo gótico.
La otra la iglesia de San Silvestro, también de estilo románico construida en el año 1195, tiene una fachada incompleta. Su interior es austero y exento de decoración, es algo oscura. Me impresionó su severidad, su grandeza y el enorme silencio que reinaba. Invitaba a quedarse.

SS4849_IMG_8888

Sobre la calle principal Vía Matteotti, se encuentran algunas iglesias y palacios de los años 1200 y 1700, y el Palacio Municipal, además de algunos palacetes, como las casas Spetia. La ciudad medieval se cierra con la iglesia y Convento de San Agustín.

SS4850_IMG_8889

SS4851_IMG_8890

SS4852_IMG_8891
La muralla tiene varias puertas, Puerta Todi, Puerta Molini, Puerta Sant Agostino y otras. Algunas delimitan la parte romana y otras la medieval.
Si visitan esta pequeña belleza no los decepcionará, tanto en la parte histórica, arquitectónica como en los placeres del paladar.
El paisaje de regreso al Castello Izzalini es precioso, las colinas al atardecer toman un color dorado y el verde se torna más intenso. Obviamente tardé más porque paraba a cortar las flores silvestres que crecen al costado de la ruta, para adornar mi departamento en el Castello Izzalini que es muy lindo.

Izzalini Castello Hotel mis flores
En una terracita que mira a otro Castello me quede a ver la puesta de sol, por supuesto tomando un San Bitter, para estar a tono.