Caprarola, queda a 40 km de Anguillara Sabazia, Lago di Bracciano y a 80 km de Roma. Allí se encuentra el palacio fortaleza de la familia Farnese, diseñado por dos grandes arquitectos, Sangallo y terminado por Vignola. Es una de las obras maestras de la arquitectura italiana.
Este palacio fue encargado, aproximadamente en el año 1530, por el cardenal Farnese que luego fuera el papa Paolo III.
Para que este fastuoso palacio de planta pentagonal tuviera un acceso triunfal se derribaron algunas casas, para hacer una calle elevada amplia y recta que llegara directamente al centro del palacio, enclavado en lo más alto al final de una recta, con un desnivel de 500 metros, desde la base, para que su vista fuera escenográfica. Los trabajos realizados para ello fueron enormes. Para que los dos barrios de un lado Borgo Corsica y Borgo Sardegna del otro, no quedaran aislados al elevar la calle se los integro con rampas para que se pudiera apreciar el tejido urbano de los mismos.
Sobre la nueva calle, Nicolai, por la que se llega al palazzo-fortezza, se construyeron nuevos edificios como el hospital al comienzo de la misma y la iglesita de San Marco construida en el año 1569 por el famoso arquitecto Vignola.
En la Piazza Marconi, donde se aprecia el antiguo Palazzo Riario, que en la re estructuración fuera cortado y reconstruido con un nuevo frente. El Duomo, la plaza Vittorio Emanuele con la iglesia de la Consolazione.
Al final de la calle llamada Vía Diritta, (calle recta), nos espera un magnífico espectáculo.
Nosotras fuimos en auto hasta el estacionamiento del palacio, luego recorrimos los dos barrios a pie que es de la única manera.
El cortile o patio interno es de excepcional belleza. Es circular insertado en una planta hexagonal.
Para subir los cinco pisos tiene una escalera caracol de columnas dobles, cuyas paredes están totalmente cubiertas de frescos, algo precioso. Los escalones son muy anchos y de poca altura, porque se cuenta que el cardenal subía hasta el quinto piso a caballo.
El interior del palacio tiene hermosos salones y un jardín vidriado con una gruta.
Es digna de admirar la Sala del Mapamundi, donde está representado el mundo conocido en el año 1500, en el cielorraso tiene un bellísimo fresco con las constelaciones del zodíaco.
El palacio tiene un jardín a la italiana magnifico, diseñado como huerta, con cuadrículas en diversos niveles.
El agua es un elemento importante y de gran valor artístico. Varios son los estanques que, junto con las enormes estatuas y juegos de agua impensables para la época, que todavía hoy funcionan, hacen de este jardín algo maravilloso.
Al final de los jardines hay una Loggia llamada de los placeres. Era algo muy común en esas épocas, ya ven, no se privaban de nada.
El concepto de la estética y la belleza se lo encuentra en cada rincón, los sentidos estaban a pleno.
Describirlo es complicado, largo y no le haría el honor que se merece y ni siquiera las fotos. Dos de las que tengo aquí no son mías, es para que aprecien lo que intento explicar.
Recorrimos algo del borgo antico y luego almorzamos en un restaurante La Antica Trattoria del Borgo, Vía Borgo Vecchio 107. Ubicado en un edificio antiguo. Muy medieval el lugar, el ambiente y la decoración. Por suerte no es temporada y no hay nadie.
Cada una pidió un plato de pasta uno mejor que el otro, Pici allá matriciana, Tortelli cacio e Pepe, Strigoloni ai funghi porcini cremolati al tatufo. El postre delicioso, mil hojas con crema de avellanas y chocolate de avellanas (esta zona es gran productora). También del vino de los colli etruschi viterbesi, uno de ellos es el Canaiolo.
Después de un dia al que no le falto ningún placer, fuimos hasta el auto y volvimos a Anguillara en el Lago di Bracciano.
Si andan cerca no se pierdan esta belleza arquitectónica.