Follina
Estando en Valdobiadene hicimos el recorrido de la ruta del Prosecco, la primera parada fue en Follina que queda a 14 km. donde hay una bellísima Abadía y un claustro precioso. Queda a 60 km de Venecia, a 37 de Treviso en la región del Veneto.
La histórica abadía se encuentra en el centro del pueblo, construida en el año 1170 bajo el mandato del Patriarca de Aquileia, siendo terminada en el año 1268 con la llegada de los monjes cistercenses. La abadía era un monasterio cisterciense dedicado a Santa María di Sanavalle.
Aquí también me acompañó mi suerte. Entramos en la iglesia y se escuchaba un órgano pero no se lo veía. Le pregunté a una señora que estaba allí si era una grabación, me dijo que el órgano estaba detrás del altar y que estaba ensayando para un concierto.
El altar es una gran tabla de madera dorada a la hoja con una estatua de la virgen y el niño en el centro, de estilo neogótico muy hermoso, se lo dije, me contestó, ahora se lo ilumino para que lo vea bien.
Luego nos llevó al bello claustro, cuadrado y en su centro una fuente con 8 surtidores representa la espiritualidad y nos contó algo de la historia de la iglesia y los detalles de las esculturas del claustro, cuyas columnas que eran todas distintas y representaban la creación de Adán y Eva,
Le agradecimos, dimos una vuelta por el pueblo y seguimos viaje a Cison di Valmarino.
Castelbrando
Desde allí a solo 3,5 km se encuentra el precioso e imponente Castillo de Brando en Cison di Valmarino, al que se accede por un cable carril, y es muy cómodo porque se deja el auto en el parking y allí mismo se toma.
La fortaleza construida en el siglo XII, domina desde lo alto de la colina todo el Valle de Soligo. A través de los siglos fue ampliado y modificado. Perteneció a las familias Gattamelata y Brandolino da Bagnacavallo, que lo adquirieron para hacer del él su residencia.
Ahora es un lujoso hotel de la cadena Relais Chateau. Por la hora el bar estaba cerrado y el restaurante era muy formal. Recorrimos por donde se podía, ya que estaban preparando para una boda para la tarde.
En Castelbrando hay un árbol monumental de una especie muy particular, es un Cedro del Líbano, tiene una circunferencia de más de 5 metros y una altura de 22 metros.
Como estábamos sobre la hora de almorzar, no fuimos al pueblo de Cison, seguimos camino a Farra di Soligo que sabíamos había un muy buen restaurante.
Queda a 12 km, obviamente caminos angostos y sinuosos pero bellos paisajes.
En los 90 km que es la ruta del Prosecco a la belleza de los cultivos se le agrega el encanto de pequeños y encantadores borgos, fuertes, abadías y restaurantes que son la delicia de los viandantes.
Si están en la región y tienen tiempo no duden de darse una vuelta y tomarse unas copas de ese delicioso espumante o “bollicine” como lo llaman en Italia.