Matera queda en la región de la Puglia, en el sur de la bota Italiana. Se puede llegar en avión al aeropuerto de Bari Palese a 50 km, o a Brindisi a 140 km. A Matera no llega el tren.
Había decidido ir a Matera con mi hermana que vive en Milazzo, Sicilia, para ello de su casa íbamos a Messina, a 40 km a tomar el ferry para cruzar al continente.
Tenía que manejar unos 450 km. No es mucho si fueran todo por autopista, pero la mayoría serían caminos provinciales, y recto nada.
A las 6,45 nos subimos al auto y con la ayuda del GPS, conseguimos llegar al embarque de los draghettos, ferry, pero perdimos uno por 3 minutos.
Cruzamos el estrecho de Messina, desembarcamos en Villa San Giovanni en Calabria, y allí enfilamos hacia Sibari que sería donde debíamos desviarnos para ir por Martina Franca.
En el desvío el GPS no encontraba la ruta para Matera, preguntamos, por fin dimos con ella, llegamos bien, vino el dueño del BB a indicarnos donde estacionar.
Bajamos los bolsos, ya se había hecho de noche, así que dimos una vuelta corta y nos sentamos a cenar en el Bistró MoSto, Vía Domenico Ridola 18, (podría ser el mosto de la uva, pero en dialecto quiere decir «ahora estoy» o «me quedo»).
Lleno de gente local, joven. La cocina moderna con productos locales, pedimos dos copas de vino siciliano, Primitivo, muy bueno, con unas papas al horno con cáscara y romero y luego unos medallones de cerdo sobre un puré de papas con azafrán y una verdura salteada, decorado con acento balsámico. Muy rico todo.
Estábamos cansadas así que volvimos, por suerte el BB bien ubicado, estaba cerca. Pero en el camino nos encontramos con una terraza que daba a los Sassi y verlos iluminados era algo irreal, fantástico como de cuento de Navidad, de manera que nos deleitamos con la bella vista nocturna.
Todo bien hasta que, tipo 2 de la mañana Ivana (mi hermana) se sintió mal, pero muy mal, se la pasó en el baño como una hora. Después sentía frío y le dolía la cabeza.
A la mañana seguía sintiéndose mal de la panza y no podía tomar nada. Fui a comprarle un remedio para los vómitos, pero se quedó en cama todo el día.
Esta era la segunda vez que ella venía, la primera hacia 15 días y había llovido tanto que no vieron nada y ahora no vería nada desde la cama.
Desayune y salí para hacer una visita guiada que duraba 3 horas, con la esperanza que cuando volviera Ivana estuviera mejor. Les aconsejo hacer un tour guiado porque es muy fácil perderse, pero sobre todo no saber por dónde empezar. Matera es un fascinante laberinto sin fin, lo que tendrán antes los ojos sera algo surrealista y difícil de creer su existencia.
Esta mañana tuve idea como era la parte vieja y donde quedaban los “Sassi di Matera» y de que se trataba. El nombre significa Piedras de Matera. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993.
Estos “sassi” fueron habitados desde el Paleolítico. Se encontraron también restos de la edad de bronce.
La primera mención de la palabra Sasso como aldea de piedra es de un documento del año 1204.
En el año 1950 por una ley nacional los pobladores fueron obligados a abandonarlos debido al estado insalubre en que se encontraban, hasta su recuperación en el año 1986.
No sé si seré capaz de trasmitirles lo que vi. El tour sale de la plaza principal Vittorio Veneto, donde se encuentra la enorme iglesia de San Pedro Barisano, y se vuelve al mismo lugar, pero llegando desde la hondonada que divide los dos barrios el Sasso Caveoso y el Sasso Barisano. Desde allí hay una espléndida y a la vez alucinante vista sobre el barranco, las iglesias, las calles, la pendiente es decir de casi todo.
La existencia de esas habitaciones excavadas en la roca comenzó en el año 1400. En la Civita vivían los ricos, mientras que en los Sassi los pobres.
No habiendo más lugar para ellos debido al aumento de la población es que fueron expulsados y se recluyeron cavando en las laderas en la roca, donde vivían junto con los animales domésticos y de trabajo. Las condiciones de vida eran infra humanas, había mucha mortandad infantil debido a la falta de higiene. Carecían de todo y solo pensar que hacían sus necesidades, usaban todos el mismo trapo o lo que tuvieran para limpiarse y no hablemos de lavarlo. También los animales hacían suyo, luego en un hueco echaban todas las heces las mezclaban con algo de paja para después usarla como abono para sus huertas. ¡Este tipo de piedra conserva la humedad y la exuda, imaginen! Por supuesto pisos de tierra. Guardaban lo poco que tenían en anaqueles excavados. Nunca me había imaginado la vida en esas miserables condiciones.
La inmigración albanesa agravó aún más la situación haciendo necesario que se ampliara el espacio para vivir, así es que hay dos barrios que son el Sasso Barisano y el Sasso Caveoso. En este ultimo las casas están mejor conservadas y casi intactas como en origen.
En la ladera opuesta se encuentran varias iglesias rupestres, la de La Virgen de la Virtud del año 1100. Mientras que en los Sassi hay varias, una de la más importantes es la de San Nicola del año 1000, fue modificada en el año 1400 de cuando son los frescos. La iglesia de San Pietro Barisano, del año 1000, excavada totalmente en la roca, es enorme, en ella se encontraron frescos de santos, en las tres naves y en cada una hay un altar.
La ciudad moderna tiene hermosos edificios e iglesias como el Duomo es del año 1268-1270, dedicado a Santa María della Bruna. Es estilo románico con agregados góticos y luego barrocos. Lo caracteriza el hermoso rosetón del frente y un alto campanario de 52 metros, con 7 campanas que suenan en mi bemol y se escuchan en toda la ciudad antigua. Fue edificada en la parte más alta de la Civita, sobre un terraplén artificial, para que pudiera verse en toda la ciudad antigua y desde la campiña.
En la Piazza di San Pietro Caveoso, la iglesia del mismo nombre existe desde el año 1218, su fachada es barroca, fue remodelada numerosas veces y en el siglo XVII se le agrego el campanario actual. Tiene un cielo raso de madera pintado con escenas, de Cristo, la Virgen y los Santos. Causa cierta fascinación y emoción el silencio que reina en ella.
Desde la plaza se tiene una buena vista sobre el barrio y el barranco de enfrente. Hay algunos bares donde se puede parar y así asimilar todo lo que se ve.
Luego tenemos que subir un poco para ir hasta la iglesia rupestre de Santa María di Idris, excavada en la roca sobre el promontorio de Monterone que domina el Sasso Caveoso. De la iglesia primitiva no queda nada, los frescos son del siglo XVII. La iglesia está conectada por medio de un túnel con la cripta rupestre de San Giovanni in Monetrone, aquí se encuentran preciosos frescos de los siglos XII al XVII, que tienen reminiscencias bizantinas. Entrar en este reducido espacio tan antiguo que fuera tan sagrado, es muy impactante. Así fue para mí.
Si entrecerramos los ojos parados en la explanada frente a la iglesia, sentiremos estar volviendo rápidamente atrás, muy atrás en el tiempo, es una sensación fantástica.
Hay muchas iglesias y monasterios de diversas épocas de la historia del cristianismo. Muchas de las iglesias rupestres están excavadas en el lado opuesto del barranco por donde corre el rio Gravinia. Hay contabilizadas unas 150.
En el Sasso Barisano se encuentra el convento de Sant’Agostino, del año 1592, junto a la iglesia homónima, construida sobre una iglesia rupestre del siglo XII.
Durante el City tour había empezado a llover, y siguió durante el día de a ratos.
Volví a las 13 al hotel para ver cómo seguía mi hermana. No había vomitado más, pero se sentía mal y no se podía levantar. Se quedó en el hotel, tomando el remedio que le había comprado.
Almorcé un panino y seguí dando vueltas, es re fácil perderse y yo me especializo en ello, de esa manera siempre se descubren lugares interesantes. Deambulando llegue a una plaza donde había estado el hospital San Rocco, escuche música conocida, entre, estaban ensayando en la capilla la ópera de Donizetti el “Elixir D’Amore». Me quede a escuchar, fue un hermoso regalo de despedida de Matera.
Las iglesias de distintas épocas dan una idea del desarrollo de la ciudad, algunas son particularmente hermosas y extrañas otras. Como la del Purgatorio, sobre la Vía Ridola, muy linda de estilo barroco por dentro, mientras que la puerta de entrada tiene tallas con calaveras. Fue construida entre los años 1717 y 1747.
Volví a la Piazza Vittorio Veneto, porque me había llamado la atención un cartel que decía Palombaro Lungo, Cisterna Ipogea. El suministro de agua era un tema difícil para estas poblaciones, sus habitantes invirtieron mucha energía y tiempo construyendo cisternas y sistemas de canales de agua. El Palombaro es la cisterna más grande de Matera, excavada en la roca debajo de la plaza. Es una construcción muy compleja del siglo XIX, pero descubierta recién en el año 1991. Se recogía agua de lluvia y también de una surgente natural situada en la colina del Castello Tramontano. Tiene una altura de 15 metros y podía llegar a contener 5 millones de litros de agua. La construcción con enormes columnas y las paredes redondeadas es algo de no creer en esa profundidad.
Debajo de la plaza, exactamente debajo del palacio de la Annunziata, se encuentran la base de las Torres Argoneses, que formaban parte de los muros de Matera.
Se supone que la ciudad fue fundada por los romanos en el siglo III a C con en nombre de Metheola.
En el año 664 fue conquistada por los longobardos (que andaban por todos lados) siendo fortificada. Después, los sarracenos, los bizantinos, los emperadores alemanes, y los normandos por Guillermo Brazo de Hierro desde el año 1043. Que pesadillas vivían pobres pueblos!!!
Fue cedida a la familia Tramontano. Giovanni Carlo Tramontano conde de Matera mando construir un castillo comenzado en el siglo XVI, pero nunca se terminó su construcción debido a que el pueblo se rebeló y el conde fue asesinado en el año 1514.
No me pude resistir y tomar un helado, la heladería se llamaba I Vizi degli Angeli, que quiere decir, «los vicios de los ángeles». En Via Ridola 36. ¿Qué les parece se hubieran resistido? En el sur son especialistas en helados. La heladería una pequeña obra de arte, desde el hermoso piso, la canilla para el agua, el diseño de cada detalle y los helados…
Esta ciudad y sus Sassi, se la llama la Segunda Belén. Fue inspiración de muchos escritores, artistas y fue utilizada por varios productores de cine como Pier Paolo Pasolini, en El Evangelio Según San Mateo, Mel Gibson, La Pasión de Cristo, Patty Jenkins, Wonder Woman y otros.
Girando, girando se hizo la hora de volver y ver como seguía mi hermana. Al día siguiente íbamos a Polignano a Mare.
Dos noches me resultó poquísimo tiempo. Es muy grande el área para conocer y para disfrutar de la comida y la tranquilidad del lugar. Tendré que volver.
Año 2024, octubre. Dije que tendría que volver y aquí estoy. En esta oportunidad con calor y no tanta tranquilidad por la gran cantidad de turistas.
Llegue al hotel, que está a unos 5 km fuera de los Sassi, no sin equivocarme en las rotondas (las odio). El hotel la Masseria Santa Lucia. Las masserias son antiguas granjas rurales fortificadas, construidas en los siglos XVI y XVIII, que muchas de ellas fueron renovadas y convertidas en hermosas residencias turísticas. Esta del año 1734 es muy linda, restaurada magníficamente. Me quede 4 días. Para poder recorrer los pueblos vecinos.
Deje el equipaje y fui al centro, la ruta bastante intrincada, estacione el auto en el garaje Scotellaro, está en una de las puertas de acceso muy cerca de la Piazza Vittorio Veneto.
De la ciudad ya les conté anteriormente. Di una vuelta por los lugares conocidos, hacia tanto calor que tome un jugo y no un café, y más calor aún pensando en todo lo que tenía que andar.
Para descansar un rato y salir del gentío fui a almorzar al Ristorante la Grotta nei Sassi, algo escondido con una terraza que mira al Sasso Caveoso. El lugar muy agradable sin ruidos y poca gente, el menú muy bueno. De entrada una Sopa crema con camarones y no recuerdo que mas, estaba riquísima, luego Orechiette con cime di rape, vongole y miga de pan frita, de postre una una tarta de mousse y peras, tome agua.
Después de almorzar fui a ver la cisterna, Palombaro Lungo. Cuando estuve la vez anterior no había ido. Obra de ingeniería increíble si pensamos que fue empezada en el siglo XVI. Tiene 16 metros de profundidad y 50 metros de largo y podía contener 5 millones de litros. Servia para proveer de agua a la ciudad sobre todo en verano. Para poder ser visitada se bajó el nivel del agua y se la recorre por pasarelas.
A la tarde en el hotel tome un Campari y no cené, bueno con lo que había comido!
Desayune con tranquilidad gozando del bello entorno. Volví a la ciudad y paseando por las callejuelas con algunos rincones encantadores y muy pintorescos llegue hasta la Madonna del Idris, la iglesia rupestre en la parte más alta del Sasso Caveoso. Tantos escalones sirven para compensar lo que como. Desde allí se tiene una buena vista y nos da la idea de como son estos dos Sassi.
De regreso a la plaza Vittorio Veneto, me quise sacar una foto en el balcón que mira a los dos Sassi, fue misión imposible por la cantidad de gente. No quiero imaginar lo que sera en plena temporada. Claro yo viene en el 2016, cuando nadie venia a Matera.
Ya era hora de almorzar y ya saben aquí es sagrada. Repetí el restaurante de ayer, era bueno y precio razonable. De entrada algo particular “Peperoni cruschi”, son unos ajíes particulares secados al sol y luego condimentados con aceite, después Salmón recubierto recubierto con un un crocante de semillas de sésamo,sobre un puré de morrones, café y Prosecco.
Volviendo a la plaza donde hay una feria del chocolate no me resistí y compré unas (pocas de verdad,) cascaritas de naranja con chocolate y de paso una sfogliatella. Serán mi cena junto con los peperoni que me sobraron y un queso pecorino local.
Hoy es mi último día aquí, voy a volver temprano al hotel y disfrutar de lo hermoso que es.
Claro uno dispone y vaya a saber porque misterio algo decide complicar las cosas. Al conectar el teléfono con el navegador del auto no hubo manera. Hice un montón de pruebas pero decidí ver si me arreglaba con la ruta sin voz y el teléfono en la mano. Si les muestro el track de los 7 k. me van a creer lo que transpire, además los tanos re impacientes. Por fin llegué. Aquí estoy en el borde de la pileta con un sol espléndido, en un rato ya se pone y me iré al cuarto.
Mañana iré a Mattinata.
Vengan al sur serán recompensados en todos los sentidos.