MURANO-BURANO – Veneto

Fuimos a Murano, que está a un km desde Venezia, que como saben es famosa por sus cristales soplados. Se la llama la «Fabrica Flotante». Visitamos negocios y en alguna vidriería nos quedamos con la boca abierta de las bellezas que salen de las bocas y manos de esos fundidores. Sus habitantes son 6000. Murano se comunica con unos siete pequeños islotes por medio de puentecitos que parecen de juguete.

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La primera noticia escrita haciendo referencia a Murano es del año 840 cuando se firmó el tratado de paz entre el duque de Venezia y el Emperador Lotario.

Murano fue fundada por los romanos en el siglo VI, y habitada por gentes procedentes de Altino y Oderzo, pueblos romanos de tierra adentro. En un principio, la isla prosperó como puerto pesquero y  gracias a la producción de sal.

Es una maravilla ver las obras que salen de talleres de los grandes maestros del vidrio que en su momento ayudaron a la creación de obras de Picasso, Mark Chagall, Fontana, y tantos otros. En el Museo del Vetro (Museo del vidrio), en el hermoso Palacio Giustinian, se pueden admirar obras del medioevo.

Murano 1

Murano vidrio

Aquí se encuentran las iglesias más antiguas de la laguna. La Basílica de San Donato y Santa María. En el año 1125 fue trasladado el cuerpo de San Donato. Dicen que aquí se guardan los restos del dragón que mató San Donato. Los mosaicos bizantinos son del siglo XII.

Murano basilica

Murano virgen

Después de algunas compras, fuimos a tomar el vaporetto para ir  Burano .

Burano tiene 7000 habitantes y queda a 7 km de Venezia, se llega a ella en el «vaporetto»(así se las llama a las lanchas que circulan en la laguna).  Burano tiene fama por sus encajes, allí está la Scuola dei Merletti, escuela de los encajes, aunque ahora ya se ven pocas personas haciéndolos. Además, es famosa por el colorido de sus casas; la leyenda dice que los marineros las pintaban así para poder verlas al volver en los días de niebla.

Burano

El colorido de sus casas, la ropa colgada en cualquier lugar le dan un atractivo muy particular y pintoresco.
No podía faltar la plaza con la iglesia, de San Martino, que tiene un campanario inclinado. La inclinación es muy evidente, pareciera que se va a caer en cualquier momento. Construida en el siglo XVI, en su interior hay un Calvario, obra de la primera época del gran pintor Tiépolo.

Burano

Estas pequeñísimas islas son un encanto, sobre todo si vienen cuando hay pocos turistas, es decir nosotros. Tienen rincones que parecen hechos por un pintor, puentecitos como de juguete, sus canales llenos de barcas coloridas y sus habitantes muy amigables y conversadores.
Almorzamos en la trattoria Al Gatto Nero, Vía Giudecca 88, al lado del canal. Nos lo habían recomendado y fue de verdad muy buena.  Estupenda la comida y la atención. Comimos arroz, langostinos, linguine y tiramisú, vino local, y paramos porque teníamos que seguir.

Burano vista

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Burano tiramisu

El restaurante es caro, pero bien valió la pena porque los sabores, la presentación y la atención muy buena.

A Italia se la conoce también a través de sus comidas, cada región tiene sus sabores y productos. ¡Déjense tentar!
Desde aquí fuimos a Torcello, la isla más lejana pero muy cerca de aquí.