Numana es una localidad de la región de Le Marche (Las Marcas), con 3924 habitantes. Es la reina de la Riviera del Conero, es una bella y antigua ciudad, frente al mar Adriático.
Ofrece playas y calas muy sugestivas que son un oasis de tranquilidad para los amantes de la naturaleza, por la combinación de montaña y ese mar maravillosamente turquesa.
La torre medieval es un símbolo de esta ciudad de antiguos orígenes, como atestiguan algunos monumentos de la época del emperador Augusto en el centro histórico, como la Fontana, el Rudere Romano, la Piazza Nuova.
Lo más pintoresco de Numana es sin duda la Costarella, Vía IV de noviembre 27, una calle hecha de escalones de piedra, muy ríspida, en un tiempo habitada por pescadores. Une Numana Alta con Numana Bassa, en esta última se halla el puerto turístico.
Lo más pintoresco de Numana es sin duda la Costarella, Vía IV de Noviembre 27, una calle hecha de escalones de piedra, muy ríspida, en un tiempo habitada por pescadores. Une Numana Alta con Numana Bassa, donde se halla el puerto turístico.
El puerto es animado, con restaurantes, bares y sombrillas y una hermosa costanera para pasear.
Entre las playas de Numana están, Sassi Neri y junto al Puerto está Numana Alta, y la Caleta de las Tortugas, donde se cuidan algunos ejemplares protegidos.
Numana me encanto, había pensado dar un paseo por la playa, comer el sabroso sándwich de porchetta (es cerdo adobado con especies arrollado y cocido al espiedo) que se come al paso en lo que ahora se llaman food truck, y luego volver al hotel en Monte Conero, pero la mañana invitaba a conocer esta pequeña, hermosa y limpia ciudad de historia de marineros, de manera que decidí quedarme.
Numana es un muy buen punto para llegar a otras localidades del Conero, además de encatador.