El Residence Magdalena, muy lindo todo impecable y nuevo, muy bien ubicado para ir al centro histórico caminando.
Ortisei está a 1236 metros sobre el nivel del mar, tiene 6093 habitantes de los cuales el 84% hablan ladino (dialecto antiguo) y el resto del porcentaje en italiano y alemán.
En Piazza S. Durich 4, frente a la iglesia está el bar Four, que debe ser el único abierto, tome un machiatone, (inventan lo que la gente necesita, sería un macchiato grande), y una piadina de tomate, queso y atún. Como seria de grande que la mitad me la envolvieron y me sirvió de cena.
¿Aquí son las 16 y la gente sentada en el bar tomando vino, cerveza, aperitivos, en un rato estarán todos borrachos? En lo que hablan es inentendible.
Ya con combustible fui hasta la calle principal Vía Rezia, ahora es en bajada.
Casi todo el centro es peatonal y en la calle principal hay boutiques y negocios de la artesanía en madera pintada y patinada, característica de la zona. Seguro conocerán los angelitos y las tallas de imágenes sacras, son deliciosas.
Ortisei, Santa Cristina y Selva Gardena, se dedican a esta actividad desde hace mucho tiempo.
Los edificios preciosos, coloridos, pintados y muy bien cuidado, todo limpio y prolijo.
Solo unos metros y se llega a la plaza San Antonio donde está la pequeña iglesia de San Antonio, de estilo renacentista, simple y preciosa.
Alrededor de la plaza hay bares (muchos cerrados), negocios, casas características de preciosos colores y en el centro una graciosa fuente.
Me mostraron fotos de la navidad y el pueblo parece un cuento de hadas.
Seguí caminado un buen rato, hacía frío, encontré una panadería pastelería y cafetería muy simpática, había dos mesas altas donde tomar café o té y por supuesto comerse algo delicioso, fue un té de frutos rojos muy rico hecho con una máquina del tipo Nespresso y una tarta deliciosa, Linzer torte, de trigo sarraceno avellanas y dulce de mirtilli o ribes. Y de allí camino a casa.
Camine hacia arriba hasta la iglesia de San Giacomo, del siglo XII es la más antigua del valle.
Ortisei, Santa Cristina y Selva Gardena son un paraíso para los esquiadores, tienen kilómetros y kilómetros de pistas y medios de elevación modernísimos y confortables.
El verano se presta para caminatas y escaladas por otros tantos kilómetros de senderos y refugios muy bien pertrechados, donde comer es otro de los placeres.
Pedí un plato muy típico de “mezzelune de papas rellenas de spek, hongos, y verdura» un tipo de ravioles servidos en una salsa de queso, estaban buenísimos. Se lo dije a uno de los camareros, menos onda que un renglón, me contestó “sí ya lo sé, los como siempre”. Me propusieron un vino de la zona, Pinot Noire, nada particular. Después un tiramisú que yo lo hago mejor, y un macchiato, estoy algo exigente jajaja.
Amaneció todo blanco, el auto cubierto de nieve, el piso helado. La dueña me dice que el paso que tenía que tomar está cerrado (menos mal que me aviso porqué el GPS me juega malas pasadas) así que iré via Bolzano dirección Chiusa.