PIACENZA-Emilia Romagna

29-3-23

Me  despedí de  Milán y fui a retirar el auto en la Stazione Céntrale, me dieron un Toyota Corolla Hibrido, automático muy lindo.

Mi destino era Piacenza, que queda a 71 km de Millán. Aquí me quedare 4 días. Viaje corto, todo bien hasta entrar al centro histórico  zona de tráfico limitado. Iba despacio buscando la numeración, detrás mío un auto de la policía. Pare y me baje para preguntarle por la dirección (ya les habrá pasado en Italia que la numeración de las casas es in entendible). Le dije al policía lo que buscaba, me grito que estaba en zona prohibida, le expliqué que el hotel tenía estacionamiento, mientras tanto detrás había unos cuantos autos con conductores italianos impacientes tocando bocina. Conclusión me dijo que siguiera y estacionara donde no molestara. Llame al hotel y tuve que dar una vuelta enorme para volver.

La Sra Maria dueña del B&B La Meridiana, en la calle Roma 64, estaba en la calle esperándome, me indicó que entrara, no les cuento lo angosto del portón, pero lo hice sin problema. Creo que dejo el auto y no lo saco más, y yo lo elegí porque tenía estacionamiento jaja.

Dejé la valija, el día hermoso, el B&B está a doscientos metros de la Piazza del Duomo. Almorcé en la plaza, debajo de los pórticos en la galería que tiene un piso precioso. En el restaurante “I Cucinieri del Duomo”. Comí una  lasaña de zapallo, gorgonzola y parmigiano, estaba riquísima, un café y agua. 

Piacenza se encuentra en la Región de Emilia Romagna, en la llanura padana, los ríos Po y Trebia la rodean. La ciudad fue fundada en el año 218 a C. con el nombre de Plasencia, y su pasado romano lo vemos reflejado en el centro histórico.

Durante el papado de Paolo III Farnese, en el año 1545 mando construir la poderosa muralla defensiva conservada en gran parte hasta el día de hoy.

Por Vía XX de Settembre, llena de negocios de renombre, llegue hasta la Piazza Grande, ahora llamada Piazza Cavalli, por las dos enormes estatuas ecuestres en bronce de  Alessandro y Ranuccio Farnese, realizadas entre 1580-1654, son consideradas obras maestras del barroco. Y la verdad parece increíble que se pueda realizar algo en bronce que parece un encaje. Detrás de ellas  está el Palazzo dei Mercanti o Palazzo Gótico, que se construyó cuando se proyectó la Piazza Grande en el año 1281. La fachada revestida en mármol de Verona y en ladrillo rojo parece un bordado, es de verdad hermoso. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura medieval, de frente el Palazzo del Governatore de un elegante estilo neoclásico.

En esta plaza es donde se hace el mercado semanal que tanto aman los italianos.
La plaza está rodeada de bares y restaurantes, se imaginan que pare en más de uno. Primero para un café en Dado Bar, en Chococaffe, (uno al lado del otro) para otro  y luego un aperitivo.

En cualquier momento me pisa una bicicleta o los de esas patinetas eléctricas, que andan como locos.

En una de las esquinas de la plaza hay una torre típica edificación de la época fascista.

También se encuentra la iglesia de San Francisco de Asís, de estilo gótico lombardo, construida entre los años 1278-1363,  su interior decorado con frescos de los siglos XV y XVI es muy bello. Es de un aspecto muy liviano, elegante y bello.

La ciudad tiene callecitas muy linda con negocios de ropa de diseño, lámparas y muebles  para el hogar, muchas joyerías y también muchas ópticas. Los bares y restaurantes son  un capítulo aparte, comida deliciosa y tentadora, cafeterías y pastelerías decoradas como joyerías, que es imposible resistirse. No cene ya que había picado todo el día.

Hoy es jueves, después de desayunar fui hasta la Piazza del Duomo para visitarlo. Difícil encontrar las palabras para describirlo, su fachada es de mármol rosa de Verona y arenisca. Dedicado  a la Santissima Assunta e Santa Giustina, construido entre los años 1122 y 1233. Es un hermoso ejemplo de la arquitectura románica. El enorme campanario de ladrillos de 72,5  metros de altura se construyó entre los años 1333 al año 1341,  está coronado por una ventola con un ángel dorado.

El interior es precioso, cubierto de enormes frescos, hay obras de los pintores Carracci y la espléndida cúpula con frescos del Guercino. La “pala” del altar toda dorada y trabajada en altos relieves es bellísima. Tiene tres órganos

La ciudad es muy fácil de recorrer, y no me perdí como en otras. Por Vía San Antonino llegue a la antigua basílica de San Antonino de origen paleo-cristiano, de forma muy particular. Edificada sobre una iglesia de estilo románico. Su origen es de los años 350 al 375, pero fue varias veces remodelada, siendo su interior y el pórtico del siglo XVII. El campanario de forma octogonal es muy bello. Aquí casi me quedo encerrada, me vinieron a buscar para decirme que la iglesia había cerrado. Era mediodía y el almuerzo es sagrado.

Haciendo ángulo con la iglesia en Vía Verdi 41, se encuentra el Teatro Municipal, edificio neoclásico, que debe su creación a un grupo de nobles piacentinos que adquirieron el Palazzo Landi Pietra, en el año 1804. Es uno de los teatros históricos considerado uno de los más bellos. Solo vi el exterior.

En Piacenza encontramos bien diferenciados los periodos medieval y renacentista.

Almorcé en la galería de la Bolsa, que está frente a la Piazza Cavalli, en el restaurante Osvaldo. Comí Tortelli, salvia,  manteca y parmigiano, tome una copa de Prosecco.

Después de almorzar, tome un café en el comienzo de Vía del Corso Vittorio Emanuele, para seguir mi exploración.

El Corso Vittorio Emanuele II es una de la vías principales peatona, con hermosos negocios, alguna iglesia, se imaginan que no pueden falta. El Corso llega hasta el cruce de Vía Palmerio y Vía Genova hasta un paseo público. En el cruce se encuentra la estatua de San Antonino.

Volviendo en Corso Vittorio Emanuele II 164, entre a ver un negocio de carteras y cual fue mi sorpresa, también era un bar muy elegante, por supuesto pedí mi macchiato y me quede a disfrutar de una charla con tres señoras que me preguntaron por la Argentina.

Siempre sobre el Corso Vittorio Emanuele 154, había una iglesia que pasa desapercibida porque esta entre los edificios, es el monasterio de San Raimondo. Construida en el 1700, de estilo barroco muy linda.
Había caminado un montón, decidí tomar lo que aquí llaman «apericena» porque el aperitivo trae muchas cosas.
Elegí un bar con mesas en la vereda muy lindo con buen aspecto lo que servían. Estuvo muy bien y me repuse de tanto turismo.

El viernes fui a Bobbio, ya les contare. Volví temprano para asistir al concierto en la Catedral. Antes tome un aperitivo en Vía XX Settembre, que a esa hora esta muy animada.

Tocaba la Orquesta Filarmónica de Italia y el Coro de Piacenza, el  Requiem de Cherubini. Fantástica la ejecución y mágico el entorno. Si alguna vez asistieron a un concierto en una iglesia entenderán lo que digo.

Hoy es 1-4-23, desayune y fui hasta Castel’ Arquato que queda a 32 km, colinas verdes y el rio.
Volví con tiempo para  almorzar en “I cuocinieri del Duomo”, unos riquísimos tortelli, piacentini, rellenos con ricota, espinacas, y jamón, la masa  hecha con el vino tinto local Gutturnio, de una forma,  sabor, y  color muy particular.

Volví a la Piazza Cavalli y desde allí fui hasta la zona de las universidades. Donde se encuentra el Museo Cívico, en el Palazzo Farnese, en Piazza della Citadella.

De regreso a la Piazza Cavalli ya era la hora del aperitivo. En el Barino Café, en la esquina de la plaza, con esa hermosa vista, tome una copa de San Giovese, sería mi despedida de Piacenza. 

Al día siguiente iría a Savignano sul Panaro. Debo decir que esta ciudad me sorprendió gratamente ya que no me esperaba todo lo que ella puede ofrecer.
Cuenta con una gran variedad de museos, pinacoteca y galerías de arte. Es una ciudad amable, de gente afable y tranquila, aquí se come y se bebe divinamente bien. Es una ciudad digna de ser visitada.
Hasta pronto Piacenza!!!