No había estado en Pordenone, llegué desde Rijeka en Croacia, previo paso por Trieste porque ese domingo 9 de octubre se corría la regata Barcolana, que es la más grande del mundo donde intervienen más de 2000 veleros. Pude ver desde bastante lejos, sobre El Monte Grisa, la bahía cubierta de blanco. Algo fantástico y fue una casualidad y una suerte.
Pordenone, queda en la región del Friuli-Venezia Giulia, queda a 115 km. de Trieste, a 60 km de Venezia, a 450 de Roma a 268 de Florencia.
El BB La Casa di Livia, muy lindo, está ubicado en la parte antigua de zona de tráfico limitado, pero por suerte el estacionamiento estaba muy cerca.
Ya era hora de almorzar, (como ya me conocen saben que todo buen tour empieza en la mesa), la dueña del BB, nos recomendó la Osteria Antico Burchiello, en Corso Garibaldi 11. Yo comí “polenta con guancette di maiale” polenta con mejillas de cerdo, y Eleonora, spaghetti con mejillones, de postre tiramisú. Tomamos unas copas de Prosecco para comenzar haciendo honor a la zona. Todo muy rico.
La ciudad tiene el apodo de “Citta Picta”, es decir ciudad pintada, ya que sus casas estuvieron y están cubiertas de frescos. Los edificios de la calle principal son muy lindos y la mayoría bien conservados.
El casco antiguo a pesar de ser medieval es fácil de recorrer ya que tiene dos calles principales casi paralelas, Corso Vittorio Emanuele II ( antes llamada Contrada Maggiore) y Vía Dante, entre las cuales hay un enjambre de vericuetos muy lindos para pasear y descubrir lugares muy típicos.
La ciudad nueva se ha ido ensamblado a su alrededor de manera armoniosa donde lo moderno no desentona.
Por supuesto que el café lo tome en el local que forma parte de los bares históricos italianos, la Pasticceria y Café Zampolli, existe desde 1886, cuando empezaron vendiendo caramelos, luego los helados. Situado en la Piazza San Marco, que le da un encanto particular ya que tiene a la vista el edificio gótico del municipio.
Regresando al hotel pasé por el Teatro Verdi, de diseño arquitectónico muy moderno.
En el Corso Vittorio Emanuele II, con casi 800 metros de pórticos venecianos, se encuentran hermosos edificios de diferentes épocas.
Al final de la calle en la parte más alta, cerca del rio Noncello, se encuentra el Palazzo Comunale, (Municipio), de estilo gótico, su origen se remonta a los años 1291 al 1395, en la planta inferior tiene una Loggia, que hoy en día se suele utilizar para conciertos y otros espectáculos, la torre campanario tiene un reloj astronómico lunar.
El nombre de la ciudad proviene del latín, Portus Naonis, que significa Puerto del rio Noncello. Sobre este rio se encuentra el parque San Valentino es el más grande de la ciudad.
En el número 2 del Corso se halla el Palacio Gregoris, construido en el siglo XIV por la familia Gregoris, tiene en su frente el escudo de la familia, consta de tres pisos, una logia interna con una hermosa y gran araña de cristal, lugar de muestras y eventos.
El Palacio Badini se halla al final del Corso en Vía G. Mazzini 2, en la Piazza Cavour, originario del año 1400, re estructurado en estilo barroco en el año 1600.
Siempre sobre el Corso Vittorio Emanuele número 51 se halla el bello Palacio Ricchieri, que es el Museo Cívico de Arte, es uno de los más antiguo de la ciudad, construido alrededor de 1200 como casa torre, luego ampliado en 1383, en estilo gótico y fue sufriendo modificaciones con los años.
La Catedral dedicada a San Marcos fue construida en el siglo 14, en estilo románico gótico y luego restaurada en los siglos 16 y 18, en su interior tiene un fresco del famoso pintor Tintoretto. La elegante torre campanario separada de la iglesia, de 72 metros de altura fue construida entre los años 1291 y 1347.
Por supuesto hay varias iglesias, cerca del BB se encuentra la iglesia de San Giorgio con la torre campanario de forma de columna dórica, muy hermosa, coronada por una estatua del santo.
El pintor Giovanni Antonio de Sacchis, conocido como “El Pordenone” fue un importante difusor del movimiento pictórico manierista.
Como toda Italia la ciudad paso por muchas manos y gobiernos diferentes a lo largo de los siglos, en el siglo 13 paso a manos de la familia Hasburgo, donde tuvo un enorme crecimiento. En el siglo 16 paso a depender de la República de Venecia.
La última noche fuimos a cenar a la Enoteca Al Campanile, en Vicolo del Campanile 1, ubicado exactamente debajo del campanario del Duomo, sugestivo lugar sobre todo de noche, sus mesas están tanto afuera como en el interior y la cocina es de tradición romana. Cenamos de entrada “fiori di zucca ripienei” son flores de zapallo rellenas con mozarella y fritos, luego “spaghetti cacio e pepe” spaghetti con queso pecorino y pimienta negra, el postre no podía faltar, strudel de manzanas y crema, toda la cena deliciosa, por supuesto con un Prosecco local. Buen precio y camareros muy serviciales
Pordenone es una ciudad muy pintoresca, con el encanto de sus bellos palacios, la tranquilidad de no ser un destino muy turístico, con el famoso itinerario del Prosecco Road (para los amantes del champagne), deliciosos quesos, ni que hablar del jamón, del pescado y paro acá, para que ustedes tengan la curiosidad de descubrirla.
Vale la pena recorrerla y disfrutarla y seguramente les va a encantar.