Desde Pordenone fuimos a Sacile, que queda a 18 km. La llaman la pequeña Venecia o Jardín de la Serenissima, por estar rodeada de canales, sobre el rio Livenza.
El origen del nombre es incierto podría ser que derivara de Saccus (ensenada) o también de Sacellum (templo, lugar sagrado).
La Sacile que hoy conocemos es de origen renacentista, que a partir del año 1420 se desarrolló al amparo de la “Serenissima”, donde tuvo un gran auge económico.
Sus orígenes se remontan al medioevo, en el año 796 el duque de Friuli hizo construir una iglesia en honor a San Nicolo, y alrededor de la misma se desarrolló un centro habitado que luego fuera fortificado. Pasó de la dominación húngara por la napoleónica y la austriaca hasta la unificación de Italia.
Es una deliciosa ciudad, amada por Pier Paolo Pasolini, famoso escritor y director de cine, donde vivió desde los siete años.
La Piazza del Popolo es el centro de la ciudad, y de la vida social como ocurre en casi todas esta pequeñas ciudades desde antaño. Está rodeada por bellos edificios algunos de los cuales tienen dos accesos, unos desde el rio y el otro en la plaza.
Uno de ellos es el Palazzo Pianca, de estilo gótico con hermosas ventanas triforas, y debajo de sus pórticos aún se pueden ver algunos frescos. En el lado opuesto otro edificio digno de ver es el Palazzo Fabio-De Zanchis, con restos de un bello fresco.
A pesar que cuando llegamos había un mercado ocupando toda la plaza, nos sentamos en uno de los cafés, a disfrutar de la vida cotidiana y de las costumbres de los italianos, gente afable y sonriente.
El Palazzo Comunale, municipalidad, está considerado como uno de los edificios más representativos de la ciudad, el que hoy vemos es del año 1483. Tiene una hermosa logia donde se reunían para escuchar los discursos. Desde ese entonces hasta el presente tuvo algunas modificaciones.
Dejamos el café y fuimos hasta uno de los puentes que cruzan el rio que en la antigüedad fue la vía fluvial de comunicación con Venecia.
En una de las riberas cubiertas de arbustos y flores hay una escultura de un chico con un pez, y el folclore popular dice que cuando el agua llega a los pies de la estatua es que habrá inundación.
Casi todas sus calles tienen bellos pórticos y por una de ellas llegamos a la Piazza del Duomo, que dicen que es casi como un “campiello venezziano”, está rodeada por el rio y en la antigüedad a este lugar se lo llamaba “Citta”. Es la zona más antigua y desde allí salían las calles para las diferentes “contradas” barrios.
El Duomo por sus dimensiones y majestuosidad es sin duda uno de los edificios religiosos más hermosos de la región, su fachada es de estilo renacentista. La torre campanario domina la plaza, a pesar de que los frecuentes terremotos lo ha hayan inclinado. Construido en el año 1568, mide 52 metros, (es muy alta) y en la cima desde el año 1957 la corona una estatua de un ángel que indica la dirección del viento, de bronce de 2,60 metros.
Un símbolo de Saciele es la iglesia de Santa María Addolorata llamada “della Pietá”, es una verdadera joyita, por lo pequeña, por el doble pórtico y por el lugar donde esta edificada, sobre el rio. La población le tiene una profunda devoción, cuyo origen es un hecho milagroso ocurrido en agosto del año 1610, cuando una imagen de la virgen había comenzado a llorar.
Originariamente la ciudad estaba rodeada de murallas con 5 torreones, de los cuales quedo solo el más antiguo del siglo XII y se encuentra detrás del Duomo de San Nicoló, en las márgenes de la pasarela a orillas del rio Livenza.
Volviendo al auto visitamos otro bello palacio el Ragazzoni, edificio del año 1400, edificado como lujosa residencia pero también como lugar de comercio. Sus dos hermosas fachadas una de ellas da sobre el rio Livenza. Pudimos visita el patio de armas convertido en jardín que asoma a la parte posterior del edificio y su atrio con 12 estatuas.
Me gustó mucho este rincón amable, tranquilo y de bello entorno.