Si en algún lugar del mundo se festeja San Valentín es en Italia donde nació.
Les hemos seleccionado algunas de las historias que las disfruten en compañía de sus amores
Se dice que los orígenes del día de San Valentín se encuentran en los famosos Lupercali (celebraciones de Luperco, dios de la fertilidad) de la época romana.
Fue el Papa Gelasio I en el 496 d.C, que instauró la fiesta de San Valentín y de algún modo las “Cristianizó”
Hay muchas leyendas acerca de esta festividad, estas son algunas:
La primer leyenda cuenta que, durante el encarcelamiento de San Valentino, obispo de Terni, éste se enamoró de la hija ciega de uno de sus carceleros, durante este tiempo ellos intercambiaban tarjetas de amor con la inscripción de “Tu San Valentín”, iniciando la tradición de enviar tarjetas de amor, la cual sigue de moda actualmente.
Otra leyenda cuenta que después de una pelea, San Valentín celebró la unión entre una joven cristiana y un soldado romano y en agradecimiento los enamorados le regalaron una rosa, otro símbolo muy actual.
La manera de celebrarlo varía de un lugar a otro y en algunos casos no es solo una fiesta de un día sino que llega a durar toda una semana. Esto ocurre en Quinto di Treviso, en la región de Véneto, donde la fiesta de los enamorados comienza días antes del 14 de febrero e incluye desfiles, entre otras actividades.
En Terni, lugar de nacimiento del santo y donde se encuentran sus reliquias, el día de San Valentín es uno de los más importantes del año. La fiesta en honor al santo patrón de Terni se extiende varios días con diferentes eventos.
San Valentín también es patrón en Vico, en la región de Puglia, por lo que este día también tiene un carácter especial. Durante esta fecha se realizan desfiles en honor al santo y la decoración de las calles evoca el romanticismo. Aquí se utilizan naranjas y laureles para adornar las calles.
No se puede hablar sobre cómo se celebra San Valentín en Italia sin mencionar Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. Las calles se decoran con detalles del Día de los Enamorados. La celebración central tiene lugar en la Piazza dei Signori con conciertos, mercados y otras actividades.
El dios del deseo amoroso es una figura icónica que atraviesa épocas y fronteras. Su leyenda sigue viva a través de los cuadros del pintor francés William-Adolphe Bouguereau,
Desde tiempos inmemoriales se estableció que estar enamorado es como estar hechizado. Tiene su lógica, pero ¿quién es el brujo, el dios, el mago que provoca el hechizo? Hay una imagen ya icónica: Cupido, un pequeño niño ángel que aparece volando con delicadeza, pone una flecha en su arco y dispara hacia su víctima. La leyenda dice que tiene dos tipos de flechas: las de oro para infundir amor y las de plomo para quitarlo. Pero, ¿de dónde viene todo esto?
Cupido es el dios del deseo amoroso en la mitología romana (su equivalente en la mitología griega es Eros). No del amor, esa es su madre: Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Su padre es Marte, el dios de la guerra
Hay muchas historias alrededor de Cupido. Quizás la más conocida sea la de su relación con Psique, una princesa bellísima que, en la mitología, se la definía como la representación del alma. Tan bella era que le decían la segunda Venus. Esto enojó a la verdadera Venus y le pidió a su hijo que haga un trabajo.
Cupido debía usar sus flechas para que Psique se enamorara del hombre más feo del mundo. Pero claro, cuando Cupido la vio, cuando vio su belleza, quedó completamente obnubilado. Es interesante que siempre se lo dibuje como un niño, como alguien que propaga el deseo pero que no puede sentirlo. Hasta que finalmente ocurre.
Cupido atravesó las épocas hasta convertirse en uno de los íconos del amor el imaginario colectivo contemporáneo, símbolo del día de San Valentín.
Quizás el cuadro más conocido sea El primer beso. La pintura fue realizada en 1890, al óleo, en 119 centímetros por 71 cm. Una historia de amor simplificada en un beso entre niños que juegan. La pintura es principalmente azul, un color poco común ya que generalmente se usaba rosas y rojos.
Otra pintura icónica se llama Amor al acecho, Cupido sentado sobre una roca en un bosque con flores y árboles, empuña el arco y la flecha y observa, quizás a quien dispararle, a quien enamorar. Las alas están desplegadas, como en alerta. Su mirada es apacible y nunca abandona la ternura.
Bella el Cupido con una mariposa, de 1888. Apenas un niño, aunque un poco más grande que los infantes de El primer beso
El rapto de Psique, de 1895 Cupido desobedece, la nueva orden de Venus para deshacerse de Psique y hace que el viento Céfiro se la lleve volando y luego, ya en el palacio, se casan. La pintura capta el momento en que ambos vuelan, juntos, desnudos, enamorados.
A partir de ese momento vivirán juntos, tendrás obstáculos, por supuesto, pero su amor será eterno.
Cupido es también el nombre de dos especies de plantas, de tres peces y de cinco insectos. También una luna de Urano y un asteroide del cinturón entre las órbitas de Marte y Júpiter se llaman así. ¿Habrán estado profundamente enamorados los científicos que, al realizar estos descubrimientos, los bautizaron así? Las flechas del ángel del amor, del dios del deseo amoroso, no tienen épocas. Es como un mandamiento:»todo corazón recibirá alguna vez su flechazo».