Desde Anguillara Sabazia en el Lago di Bracciano, junto con mi sobrina fuimos a Sutri, en la región del Lazio a unos 40 km de Roma. Esta zona se la conoce como Tuscia Romana, perteneciente a la provincia de Viterbo. Es el nombre con que se le dio a Etruria después del dominio etrusco.
Edificada sobre un promontorio rocoso, sus orígenes son muy remotos, y según una muy antigua leyenda que dice que el primer rey de la península itálica fue el Dios Saturno y que fue el fundador de las ciudades más antiguas, Sutri es una de ellas.
El nombre de Sutrium (de la ciudad) parece derivar de como pronunciaban los etruscos el nombre de Saturno.
En el año 338 a.C fue dominada por Roma, después fueron las luchas entre los bizantinos y longobardos, a fines del año 728. Desde ese momento empezó el dominio de la iglesia.
En época feudal en el año 1433 como resultado del enfrentamiento entre las familias nobles de güelfos y ghibellinos, un incendio destruyó la ciudad (creo haberles comentado que el origen de mi apellido Salvucci es ghibellino).
Desde ese momento empezó la decadencia de Sutri. Recién en el siglo XVIII con la conquista de los franceses pasó al estado Pontificio. El papa Inocencio IV se refugió allí para huir del emperador Federico II, al que el papa había excomulgado.
Por Sutri pasaba la Vía Francigena por donde llegaban a Roma los peregrinos.
A pesar de conocer muchos pueblos de las características de Sutri, siempre me sorprende y maravilla la cantidad de sucesos que estos pueblos vivieron, muchos de ellos irrepetibles, que es imposible asimilar todo.
A lo largo de la Vía Cassia a menos de un km de la ciudad nos encontramos con algo de verdad sorprendente, la necrópolis etrusca monumental. Es un ejemplo de tumbas de la edad romana mejor conservadas, datan del siglo I a C. al siglo III DC. están excavadas en la roca a lo largo de la vía Cassia.
Siguiendo por la Vía Cassia a muy pocos metros de allí se encuentra el anfiteatro romano, construido en la roca local llamada tufo (toba volcánica) fácil de tallar, entre el siglo I a C. y el siglo I DC. Es de forma elíptica, y tenía una capacidad para 9000 personas, con 6 filas de gradas. Tiene dos puertas de entrada, la que da sobre la Vía Cassia conserva un arco de hechura muy simple.
Saliendo del anfiteatro a muy pocos metros se encuentra la iglesia de la Maddonna del Parto, es una construcción hipogea, es decir totalmente excavada en la piedra, de tal manera que no se ve desde afuera, construida en los años 1200- 1300.
Según estudios arqueológicos se supone que fue construida en el lugar donde se tenía el culto del dios Mitra que se remonta al siglo I-II. Todavía se puede ver el lugar de la fuente bautismal de cuando fuera convertida al cristianismo. En la entrada hay frescos que representan a la Virgen y los Santos, en la nave central hay columnas y parte del cielorraso es una bóveda de cañón corrido, en el ábside se aprecian frescos con la natividad. Produce una sensación que no sé cómo explicarlo, entrar a ese lugar dentro de la roca totalmente oscuro. No es miedo, es otra cosa.
Soy tal vez reiterativa pero el asombro no deja de acompañarme, este espacio totalmente oculto, en la oscuridad y decorado con hermosos colores me dejan sin palabras.
Siguiendo el sendero del parque se llega a la Villa Savorelli, una antigua casa de campo que después de mucho tiempo de abandono en el año 1629 fue restaurada. Siendo en este momento patrimonio de la ciudad. Tiene un hermoso jardín a la italiana, cuyas características son la simetría de sus canteros, los setos de boj siempre verdes, esculturas vegetales, fuentes y estatuas. La villa se halla en la parte más alta del promontorio, dentro de un llamado Bosque Sagrado, desde donde se tiene una vista panorámica del anfiteatro debajo.
El casco antiguo tiene accesos por puertas de época medieval. Una de ella la Porta Antica, que tiene su entrada desde la Vía Cassia.
Dejamos el auto antes de la Porta Morone, y siguiendo una callecita en subida llegamos hasta la Piazza Comunale, que tiene un arco de acceso sobre el que hay una torre campanario y un reloj.
En el centro de la plaza hay una gran fuente y en el piso se halla la antigua inscripción del nombre de Sutrium en latín.
Desde la Piazza del Comune por Vía san Francesco fuimos hasta la Piazza San Francesco donde se encuentra el restaurante Cantina del Drago, en una antigua cantina o bodega. Un lugar muy agradable con un servicio estupendo. Tiene un hermoso jardín, pero llovía de manera que nos quedamos adentro.
Les cuento lo que comimos para darles envidia. Para esperar nos trajeron algo que nunca había comido, era la cascara de las papas tostadas (nos explicaron como las hacían) y la verdad eran muy sabrosas, vino tinto Canaiolo, de la region del Lazio. De entrada, burger di ceci e scamorza affumicata con salsa di sesamo y mille foglie di aringa affumicata, coppa di testa, rape rosse con maionese e patate. Primi, spaghettone all’amatriciana gialla, ravioli di manzo e radichio brasati, su vellutata di broccoli, carciofi alla giudea. De postre tartufo al cacao, nocciole e frutti rossi, y crocante di mele al forno e gelato. Bueno van a tener que hacer un curso acelerado de italiano, jaja.
Cocina sabrosa tradicional aggiornata y muy bien presentada, en un lugar muy sugestivo.
Este alcaucil además de delicioso es una obra de arte.
Los italianos hacen kilómetros para ir a comer bien y determinados platos.
Después del almuerzo recorrimos el pequeño centro con sus callecitas angostas y algunas placitas, al final de la calle Vía Vittorio Veneto, en la Piazza del Duomo se encuentra la catedral de Santa Maria Assunta, con su fachada de estilo barroco, el campanario y la cripta son de estilo románico. Desde el año 1200 la iglesia fue modificada en varias oportunidades, conservando de esa época los bellos pisos de mosaicos realizados en el medioevo en el estilo llamado cosmatesco, y las columnas de la época imperial romana. Su interior es muy bello. Esta iglesia se construyó sobre antiguos restos de edificios de culto pagano.
Detrás de la catedral, al final de la calle se encuentra el hermoso museo de estilo medieval con sus inconfundibles almenas, Palazzo Doebbing, ex sede del palacio episcopal.
Sutri también tiene su leyenda que se remonta al siglo IX, que cuenta que una tal Berta o Gisela posible hermana de Carlo Magno, había sido desheredada por haber tenido relaciones con un hombre de orígenes humildes. Según esta leyenda mientras iba a Roma se detuvo en Sutri y tuvo a su hijo Orlando, en una gruta. Que fue nombrado paladín de Francia y protagonista de numerosas aventuras caballerescas.
Si están buscando lugares encantadores, tranquilos, con buena gastronomía, poco concurridos, y también con historia no duden en darse una vuelta. El borgo es chico como verán en el mapa y fácil de recorrer.