Desde Venezia es la isla más lejana con solo 25 habitantes. Parece increíble que haya sido la isla más habitada de la laguna veneciana con 20.000 habitantes, durante los siglos V-XV.
La Basílica de Santa María dell’Assunta es el edificio más antiguo de la laguna. Casi no se puede creer que en ese pequeño trozo de isla haya algo que nos deja atónitos por la magnitud. En ella se pueden contemplar enorme y espléndidos mosaicos bizantinos de los siglos XII y XIII. El mosaico dedicado a la Virgen María está muy bien conservado. La basílica, fundada en el año 639, aún conserva un pórtico con arcos del siglo IX.
En la plaza principal, al lado de la basílica está la Iglesia bizantina de Santa Fosca, que data del siglo XII, rodeada por un pórtico pentagonal.
La historia cuenta que la iglesia fue construida en honor a una joven llamada Fosca, que cuando tenía 15 años se convirtió al cristianismo. Al enterarse su padre la hizo arrestar y torturar hasta su muerte. Un ángel la liberó, pero ella se entregó a los verdugos de su padre. Los restos de la joven yacen en el interior de la iglesia.
En la plaza del pueblo se encuentra un sillón de mármol que la creencia popular dice que fue el trono de Atila, rey de los hunos. Los que si se sentaban eran los obispos y las personalidades de la iglesia cuando visitaban la isla.
La leyenda también dice que el que se sienta en él en el término de un año uno se casa. ¡Bueno atención!
También el Museo del Estuario, con sede en dos palacios del siglo XIV, el Palazzo dell’Archivio y el Palazzo del Consiglio, con numerosos restos hallados en la isla.
En la plaza Santa Fosca, hay un restaurante famoso, Locanda Cipriani, que abren en temporada, cuando nosotras estuvimos solo había un bar abierto, al borde del canal cerca del Ponte del Diavolo, que fue restaurado en el año 2009, se caracteriza por no tener barandas. Este puente tiene una historia o leyenda muy fascinante, en la cual una bella veneciana se enamoró de un militar austríaco, que fue muerto en un enfrentamiento, la joven desesperada acudió a una hechicera para que le devolviera a su amor. La hechicera hizo un pacto con el diablo. La historia es un poco más larga, los amantes se encontraron, la hechicera murió quemada y el diablo que no consiguió su recompensa se pasea todas las nochebuenas en el puente como un gato negro. ¿Les vendrá de allí la mala fama de los pobres gatitos negros?
Visitar las islas es un paseo relajante y además de interesante se puede comer platos deliciosos.
Si se organizan bien pueden recorrer Murano, Burano y Torcello en el día.