Bobbio en la región de Emilia Romagana, queda a 42 km. de Piacenza ya es un hecho que me pierda. Pero tengo algunos atenuantes, e GPS no me mostraba la ruta y empezó a hablar en inglés. Donde pude pare y le pregunte a un señor como ir, la respuesta me causo mucha gracia, me dijo “pero queda a más de 40 km”, claro no sabía de dónde vengo.
Una vez encontrada la ruta llegue lo mas bien. Hermoso recorrido por el valle Valtrebbia, nombre que toma del rio Trebbia. Me encanta manejar a través de estos pueblos, a pesar de los conductores italianos. El escritor Ernest Hemingway describe a este valle como el más hermoso del mundo.
Bobbio es una pequeña ciudad medieval de 3724 habitantes, que conserva intactas sus características medievales. Se puede decir que su historia está unida a la abadía de San Colombano fundada en el año 614 (se imaginan esos años!) convirtiéndose en la edad media en uno de los centros de peregrinación religiosos más frecuentados.
Mi idea de llegar hasta aquí era porque había leído respecto de un puente muy particular, llamado Ponte Gobbo (Puente jorobado) o Puente del Diablo, que se puede decir que es su mayor atracción además de la buenísima cocina.
El Puente del diablo, atraviesa el río Trebbia, mide 273 metros, y se lo llamó así por la particularidad de su perfil irregular de 11 arcos todos diferentes entre ellos y de diferentes alturas.
La construcción del mismo es de época romana, habiendo noticias que ya desde 1196 la abadía de San Colombano se hizo cargo del mantenimiento del mismo.
A lo largo de todos estos siglos el puente sufrió infinidad de calamidades que lo destruyeron en parte.
Según una estudiosa, dice que el puente pintado como fondo en el cuadro de la Monna Lisa, podría ser este. En cuanto pueda voy a verificarlo jjjjj.
En la edad media la construcción de un puente de estas características era considerada una obra prodigiosa. Por eso la construcción de puentes ha originado infinidad de leyendas.
Una de las leyendas dice que el diablo contacto a San Colombano, prometiéndose a construir el puente en una noche. El pago debía ser el alma del primer humano que cruzara el puente. San Colombano aceptó.
El diablo pidió ayuda a varios diablillos que lo ayudaron, para la obra. Los diablillos eran de estaturas diferentes, por eso es que los arcos son dispares. A la mañana siguiente el santo mandó un perro para que cruzara, lo que provocó la ira del diablo, que le pego una patada al puente y así además quedo chueco.
El puente es muy distinto a todos los puentes del diablo que conozco, en distintas regiones de Italia hay muchas leyendas parecidas a esta, este es muy curioso y diría jorobado.
La ciudad antigua es muy pequeña, en la Piazza del Duomo, rodeada de edificios de época y restaurantes se encuentra el Duomo dedicado a Santa Maria Assunta. La actual fachada es de estilo gótico, sobre el portal hay un hermoso rosetón. El interior es muy bello, con los azules y dorados típicos del gótico.
Estaba fresco y siguiendo el perfume del café encontré un pequeño bar con clientes locales, compartían mesas y ni bien entre me saludaron y me invitaron a sentarme con ellos y a preguntarme de donde venía. Estas cosas suceden en los pueblos pequeños y fuera de temporada más aún. Aproveche para preguntarles donde almorzar. Que obviamente después de la caminata venía muy bien.
Me recomendaron más de uno pero el restaurante El Piacentino, era el que estaba abierto, en Piazza San Francesco 19. De entrada un flan de alcauciles sobre una fonduta de queso, luego ravioles verdes con salsa de alcauciles. Se nota que me gustan los alcauciles? Los panes caseros muy buenos. Tome un vino local.
Después de almorzar di una vuelta por la ciudad, que es típicamente medieval, fui hasta la abadía y volviendo al estacionamiento me encontré con la Iglesia de San Lorenzo del año 1144, a fines de ese siglo la cofradía de los llamados “Battuti” o “Disciplinati” se hizo cargo de la misma. La primera vez que supe de estos frailes fue en Conegliano el año pasado.
Me gustó mucho este sitio, si están en la zona no dejen de venir les va a gustar tanto el paisaje como el pueblo.
Sé que Italia tiene un sinfín de estas bellezas y que se necesita tiempo y posibilidades, pero mi sugerencia es que si ya conocen las grandes ciudades y les gusta Italia dediquen su tiempo a descubrir estos rincones. Con gusto podre sugerirles algún recorrido.
Buen viaje.