Bolsena-Lazio

El 24-11-21, dejé Arezzo para ir a Bolsena. La distancia es de 133 km y el tiempo 1,40 horas.

Llovió todo el viaje, además de las nubes bajas y niebla. La austrada A1, es muy buena, la velocidad máxima es de 130, pero gran trecho 110, la cual nadie respeta, y si algún inconsciente lo hace corre el riesgo de que le hagan luces, gestos, bocinazos y la presión de alguien detrás a pocos metros. Los italianos son impacientes y nerviosos al volante.

Faltando unos 16 km para el desvío a Orvieto en la mano contraria había un choque de varios autos, un lío de ambulancias, policías y la cola que se había hecho de más de 5  km y a ese ritmo sería larguísima, porque las dos manos estaban obstruidas.

La cantidad de camiones es impresionante, a veces son 5-6 muy juntos y pasarlos es todo un desafío. Por suerte el auto que tengo, Renault Capture es más inteligente que yo, enciende el limpiaparabrisas ni bien cae una gota, prende las luces antiniebla, avisa si estoy muy cerca del guarda raíl o saliendo de mi carril. Hoy me sonaba un pitido y no tenía idea que era, me avisaba que estaba muy cerca del auto de adelante (por la niebla).

El camino hermoso, saliendo de la autostrada todo curvas en subida y angosto, luego baja hacia el lago,

Muchas veces me pregunto quién me manda ir a algunos lugares, debe ser mi espíritu de aventura y curiosidad que se sobrepone al temor y la verdad es que la recompensa bien lo vale.

Desde lo alto la vista es preciosa a pesar del mal tiempo, en primer plano el castillo y su muralla, el pueblo que lo rodea que baja al lago que parece estar esperarlo.

El lago de Bolsena es el quinto más grande de Italia, es de origen volcánico, se lo suele llamar “El ombligo de Italia” por su forma y ubicación en el centro de la bota. En el lago hay dos pequeñas islas  Isla Bisentina, Isla Martara.  Está rodeado de pueblos algunos en su orilla y otros en lo alto, como Capodimonte.

Cuenta con una población de 4000 habitantes. Esta ciudad es también llamada “La ciudad de milagro eucarístico“. Se debe a un hecho ocurrido en el año1263, durante la celebración de la misa.

El  paseo costanero esta bellamente arbolado y es muy romántico. Fui hasta el hotel Ludwing, que está frente al lago, recientemente remodelado con cierto aire art decó. Aquí me quedare dos días para reponerme de estos dos meses de trajín.

Hacía frío y de a ratos lloviznaba, igualmente la vista es muy linda y no me disgusta la lluvia.

Con el auto subí hasta el castillo o Rocca dei Monaldeschi, el museo estaba cerrado y a la torre no se podía subir por el fuerte viento. Si recorrí el Cuartiere Castello (barrio) que rodea el castillo al que se puede llegar desde abajo por unas escaleras. Sus callejones estrechos son típicos medievales. Tiene una pequeña plaza y una puerta de entrada. Pasear por sus calles es un encanto, es como estar en un cuento de duendes o de caballeros cruzados.

Son cuatro los barrios de la ciudad, San Giovanni, Il Borgo, Santa Cristina y Castello.

Aproveche para ir hasta la iglesia de Santa Cristina que es la patrona de la ciudad.  No conocía la historia de esta santa, que de muy niña fue torturada para que renegara de su fe religiosa. Hija del gobernador de  Bolsena  llamado Urbano, que era enemigo acérrimo de los cristianos. Ella se convirtió al cristianismo. Regalaba propiedades de su padre a los pobres y este la  hizo torturar clavándole ganchos, metiéndola en un pozo con serpientes y lanzándola al lago atada a una roca. Sin embargo no murió, a pesar de haber sido sometida a mayores torturas. Muere su padre y los sucesores, también idólatras la persiguieron y el gobernador Giuliano hizo que le arrancaran la lengua y luego condenada a muerte a flechazos. Les aseguro que me impresionó tanto la historia que no baje  para ver el sepulcro con sus reliquias.

Volví al hotel,  me cambie y fui a cenar. No hay mucho para elegir, porque no es temporada. Deje el auto en un estacionamiento porque dentro del pueblo no se puede circular. Me moje bastante. El restaurante Antica Trattoria del Corso,  servían comida regional y pescado del lago. Comí un frito misto, rabas, camarones, chipirones y luego un plato de spaghetti alle cozze (spaghetti con mejillones)  De postre bizcochos con almendras y una copa de vino tinto dulce. Allí pare porque todo fue muy abundante.

El cuarto del hotel es muy lindo. El desayuno a la carta muy bueno.

El tiempo seguía inestable pero igual decidí ir hasta el otro lado del lago a un pueblo de pescadores llamado Marta, que queda a 25 km.

El camino para llegar es bastante sinuoso, calle angosta de mejorado, tierra y pozos. Parte por el cerro y parte en el llano, el tema es que el GPS elige la ruta sin consultarme, jajaja.

El camino de regreso no le hice caso al GPS seguí los carteles y evite el trecho por el camino del cerro.

Me quede a cenar en el hotel ya que al día siguiente me iba. Muy bueno el servicio y la comida. Me trajeron algo para esperar el primer plato, que eran ravioles rellenos de burrata y tomates pachino (tipo cherry), luego maialino (cerdito) con una salsa de naranja, almendras y pasas de uva. El vino tinto Merlot Mazzioti di Bolsena. Café, todo delicioso. Música romántica de fondo. La calidad de los productos es lo que hace la diferencia.

Mañana iré a Roma y devolveré el auto del que por fin me hice amiga después de más de 3700 km.

La distancia hasta el aeropuerto de Fiumicino en Roma es de 142 km. Será hasta pronto Bolsena.