CANINO – Lazio

El 22-10-2021, mi último día en Anguillara decidimos ir hasta Canino para visitar el convento y los claustros de San Francesco con una pequeña capilla de  la SS. Annunziata del siglo XV.

Canino llamada la Citta dell’Olio, se encuentra en la Maremma Laziale, en la zona llamada Tuscia en la provincia de Viterbo. Se encuentra a unos 20 minutos de auto del mar Tirreno.

Este pequeño pueblo  medieval, queda a 111 kilómetros de Anguillara y a 122 de Roma. Son 5310 sus habitantes. El origen etrusco del mismo está ligado a una antigua familia etrusca Gens Canina de Vulci, de allí deriva su nombre.

Había sido Francesco Farnese, que hizo construir el complejo del convento, donde se dice que estuvo alojado San Francisco de Asís. En los claustros de origen renacentista, uno cubierto  y el otro externo se pueden ver frescos del siglo XVIII con la historia de San Francisco.

Su casco antiguo edificado copiando la geografía del terreno, tiene algunos palacios de arquitectura interesante como el  Palazzo Comunale, sobre la Vía Garibaldi.

Una de sus calles se llama Vicolo Maestro y sobre ella hay  una fuente llamada Fontana del Cane.

En la plaza Constantino se encuentra la Iglesia de la Collegiata con una fachada de fines del año 1700, dedicada a San Andrea y San Juan Bautista, aquí se encuentra la tumba de Luciano Bonaparte, y en costado en la Piazza de Andreis, una fuente  la Fontana del Vignola cuya particularidad es su forma de 12 lados (decagonal) del siglo XVI.

Es celebre también porque aquí vivió y murió Luciano Bonaparte hermano de Napoleón Bonaparte.

El escritor Stendhal estuvo aquí en su viaje a Italia, llamado por los intelectuales de la época El Gran Tour.

Como ya saben en esta tierra, en todo viaje o tour no pude faltar la parte gastronómica.  No sabíamos dónde almorzar, le preguntamos a una chica si nos podía decir dónde comer bien. Nos indico al que ella estaba yendo Trattoria Gasperini.

 ¿Qué puedo decirles? El local precioso, el dueño típico italiano istriónico, nos hizo un montón de cumplidos y nos aconsejó algunos platos. Tomamos un tinto local, de entrada una tabla de fiambres y quesos muy ricos, luego yo risotto con funghi porcini, Laura mi sobrina, paccheri con crema de pistachos, pecorino y panceta, de postre una crostata di frutti di bosco e panna. Todo muy muy rico.

Después de semejante festín decidimos como dicen acá “fare due passi”, es decir hacer dos pasos, de manera que fuimos hasta el extremo del pueblo donde hay una puerta y de regreso visitamos una capilla. Ese recorrido era en bajada luego tuvimos remontarlo hasta el otro extremo del pueblo donde había quedado nuestro auto.

Canino es famoso por su aceite de oliva que en el año 1996 obtuvo la denominación DOP (Denominación de Origen Protegida) aprovechamos para ir a una productora que nos recomendaron, donde nos hicieron una degustación. Vimos cómo, una vez recolectadas las aceitunas las máquinas hacen todo el proceso. Compramos  una buena provisión de aceite.
Canino también es conocido por las ruinas de la ciudad etruscas y el Castiillo de Vulci, que queda a 14 kilómetros, estando tan cerca decidimos ir hasta allí.  

Volvimos tarde a Anguillara, mañana voy a la isla del Giglio