PADOLA-FRIULI VENEZIA GIULIA

Padola es una pequeña ciudad de menos de 1000 habitantes situada a 49 km de Cortina D’Ampezzo, Lago di Braies a 32 km, el emblema de las Dolomites el macizo, Le Tre Cime di Lavaredo a 14 km.
Aquí tengo una amiga que tiene el Hotel La Torre, uno de los mas lindos y modernos, donde nos alojamos

Se encuentra en el valle del rio Piave y del Torrente Padola. Una de las mayores atracciones de esta ciudad son las caminatas y el eski. En verano todo es verde, mientras que en invierno la nieve cubre todo con su manto blanco.

La iglesia de San Luca Evangelista, del año1869, construida sobre una anterior del siglo XIV, de la que solo se conserva el altar de madera, también hay unos frescos del pintor De Lorenzi.

La iglesia se encuentra en la plaza que es el centro del pueblo y de la vida social, ya que la rodean, bares, negocios y restaurantes.
Aquí en el centro, en el edificio de la Escuela Don Bosco, se encuentra el Museo de la Cultura Alpina, donde se puede ver las costumbres y modo de vida a través de objetos.

Al lado del museo se encuentra la Latteria di Padola, si les gusta el queso se la recomiendo, en especial algo muy típico el queso “mezzano”y la ricota con cebollín.

A lo largo del rio Padola se halla una construcción llamada La Stua, que fue un antiguo dique del siglo XIV originariamente construido todo en madera. El que se ve hoy es una replica de piedra y madera del año 1818, esta parcialmente cubierta por un techo de abeto. Es el único dique de este tipo que ha quedado en Europa

Visitar los Dolomitas es saborear la cocina típica. Se trata de una cocina tradicional «pobre», compuesta por platos sencillos y genuinos. Los mismos platos que cocinaban las abuelas ahora son revisados y vueltos a proponer por chefs en restaurantes y refugios.

Padola es un pueblo donde la paz y la tranquilidad es lo que se respira en un entorno de casi de fabula.

Entre los primeros platos típicos de los Dolomitas recordamos el casunziei, ravioles de media luna rellenos de calabaza, espinacas, nabos rojos, cada valle tiene su relleno típico. Ñoquis de patata o calabaza servidos con mantequilla de montaña y ricota ahumada. Las albóndigas, la sopa de cebada. Mientras que en los platos principales reina el juego supremo, junto a la polenta, (amarilla o mezclada con trigo sarraceno) protagonista indiscutible de la gastronomía de los Dolomitas.

Está muy cerca de Sappada, San Candido, Misurina, Cortina D’Ampezzo, y fuimos a todos ellos ya que están muy cerca unos de otros.