Siempre había sentido curiosidad por conocer las canteras del más famoso mármol blanco del mundo.
Desde Lido di Camaiore donde me encontraba, fui por el camino provincial, angosto, que pasa entre los pueblitos, hasta Carrara que queda a 45 kilómetros. Obviamente camino de montaña y en subida.
Paisaje espectacular y cambiante, a medida que se asciende pasa de verde a gris y luego a blanco que con el sol nos encandila. Es como una fantasía o un sueño lleno de nubes, una entera montaña como si fuera de azúcar impalpable.
Me anote en una excursión con un guía que era el dueño de una de las canteras.
Nunca me hubiera imaginado como se llega hasta la veta de mármol y luego como se corta. Viendo cómo trabajan en esas alturas, con las maquinarias y los equipos enormes y modernos, es casi imposible de imaginar como hacían los antiguos romanos para cortar esos bloques, transportarlos por esas laderas abruptas y terribles pendientes hasta el mar, a unos 40 km.
En la cantera que visite había dos columnas de la época romana que no habían sido terminadas y se encontraban aun adosadas a la ladera. Fue interesante saber cómo trabajaban en esa época y como los transportaban.
Se sabe que Miguel Ángel venía a estas montañas y se pasaba más de tres meses buscando el bloque que luego esculpiría. Él decía que «la figura estaba en el mármol, él solo la sacaba a la luz».
Ahora valoro aún más la mesada de mi baño de ese bello mármol de Carrara.
Me felicite haber venido a pesar del calor y el camino. Si están en la zona no dejen de hacer la visita es algo de verdad impresionante, interesante, magnifico.
Estoy a 8 km. de Colonnata y se imaginarán voy a ir.